Cultura y entretenimiento

‘Los santos inocentes’, imprescindible para los amantes del teatro y para los que lo quieran descubrir,  hasta el 11 de junio en el Español

Compartir
‘Los santos inocentes’ es una de las grandes novelas del siglo XX y su envergadura se agiganta ante el reto de transformarla en texto teatral. Este es el texto que su adaptador, Fernando Marías, tristemente fallecido en febrero del año pasado, nos hace entender  su esfuerzo para no olvidar la excelencia de Delibes como novelista, saltar sobre la película de Mario Camús y dejar todo impecable para que su adaptación sobreviva al tiempo.

Manuel Vega

“Delibes, en poco más de ciento cincuenta páginas, crea un universo tan sólido y veraz que a veces parece trascender a su autor, existir por encima de él e incluso a pesar de él. Habitan ahí personajes extraordinarios, gozosos, más vivos y complejos en cada nueva lectura, que surgen de una mirada lúcida e inmisericorde sobre la España de una época, que es también mirada sobre el ser humano, sobre el mundo y, sin duda lo principal, sobre la España de hoy. Todo ello a través de la palabra precisa que parece en cada línea inventar la literatura: quien leyó Los santos inocentes lo sabe.

Quisimos con toda premeditación apartar nuestra mirada de la legendaria película que Mario Camus filmó en 1984 sobre guion de Antonio Larreta, Manuel Matjí y él mismo, con la cual revolucionó las pantallas y las taquillas y fijó para siempre en la retina colectiva los nombres de Paco, el Bajo y Azarías. Nuestra propuesta reinterpreta a los personajes desde la mirada de hoy y, en todo caso, desde la nuestra.

Hemos visto en Azarías rastros de héroe anómalo, un silencioso corazón grande y mucha lucidez en Régula, la maldad impune de Iván, que todo lo daña y todo lo hiere y todo lo quiere matar como si disputara una carrera frenética contra sí mismo… Paco, con su resignación férrea, es acaso el personaje de Los santos inocentes que más nos concierne. Paco, el Bajo es la pregunta y cada uno de nosotros es la respuesta”.

Todos los que decidan ser protagonistas, en sus butacas, de estos “santos inocentes” lo van a disfrutar. Es una de las mejores funciones que se han visto en las tablas y que, probablemente, se verán en mucho tiempo.

Una adaptación, de Fernando Marías, como hemos recalcado, llena de aciertos que se fundamenta en una reverente fidelidad al vocabulario y las locuciones que habitaban en el universo lingüístico de la obra de Miguel Delibes.

ponerla en escena, se suma el reto de afrontar y resistir la ineludible comparación con el referente cinematográfico que está presente en la memoria de varias generaciones de espectadores españoles. Y no estamos hablando de un referente cualquiera, la película ‘Los santos inocentes’ de Mario Camus estrenada en 1984, tres años después de la publicación de la novela, figura en los primeros puestos de cualquier listado que se precie sobre los mejores films de la historia del cine español. 

Sin embargo, y acaso sea este el mayor mérito de entre los muchos que atesora el montaje de Javier Hernández-Simón, nada más comenzar la representación, como espectador se toma conciencia de estar asistiendo a algo genuino, la función cobra desde el minuto inicial una carta de identidad puramente teatral, la dramaturgia y el tratamiento escénico de Hernández-Simón son tan coherentes en la forma y el estilo como poderosos en la creación de ambientes, pulsiones y estados de ánimo.

Hacía mucho tiempo que no veíamos sobre un escenario a un reparto tan homogéneo y en el que absolutamente todos los intérpretes estuvieran a gran altura. A pesar de que, a priori, los nombres de Javier Gutiérrez (como Paco el Bajo) y Luis Bermejo (Azarías) sobresalen en cuanto a notoriedad las dudas se disipan en cuanto todos los actores hacen presencia en el escenario y abren la boca.

Las creaciones de Gutiérrez y Bermejo son muy potentes.  Javier Gutiérrez empapa a su personaje del fatalismo y la resignación con que Delibes creó el personaje y lo eleva a una humanidad sobrecogedora, Luis Bermejo por su parte, elude con talento todos los riesgos de caricatura que entraña un personaje como el de Azarías y compone un personaje riquísimo en registros y absolutamente natural en el uso de un lenguaje casi propio. Ambos están acompañados por un monumental Jacobo Dicenta como el señorito Iván, Pepa Pedroche que también se abona al fatalismo y carga de matices sus cambios de registro según quien sea el interlocutor o un Fernando Huesca que barniza de atribulación y tormento su personaje a medio camino entre el señorito que nunca será y el de los pobres parias a quienes no acierta a tratar.

La joven Yune Nogueiras está sencillamente fantástica como Nieves, la hija de Régula y Paco el bajo, su interpretación es un claro ejemplo de que existen jóvenes intérpretes capaces de funcionar en un elenco armónico, lo mismo puede decirse de José Fernández que se desdobla con solvencia y acierto en dos personajes, algo que también hace Marta Gómez con la pulcritud y perfecta dicción de la marquesita y el patetismo de la niña chica. Sobre Raquel Varela recae la papeleta de encarnar a la mujer insatisfecha prototípica de un quiero y no puedo que tanto sufrieron las mujeres de varias generaciones en ese estrato social intermedio que había de conformarse con haber salido de la miseria; lo hace administrando la rabia, la sumisión y la humillación en un amplio abanico de registros.

La primera adaptación teatral de la novela llega a Madrid como broche final a una extensa gira y con el reconocimiento como ‘Mejor Espectáculo de Teatro’ en los Premios Talíay  estará en cartel del 11 de mayo al 11 de junio en la Sala Fernando Arrabal de las Naves del Español.

Ficha artística

De Miguel Delibes

Adaptación: Fernando Marías Javier Hernández-Simón

Dirección: Javier Hernández-Simón

Con Javier Gutiérrez, Pepa Pedroche, Fernando Huesca, Yune Nogueiras, Marta Gómez, Luis Bermejo, José Fernández, Raquel Varela Jacobo Dicenta

Diseño de iluminación: Juan Gómez-Cornejo (AAI) Ion Aníbal (AAI)

Diseño de espacio escénico: Ricardo Sánchez Cuerda

Diseño de vestuario: Elda Noriega (AAPEE)

Composición música original y espacio sonoro: Álvaro Renedo

Una producción de GG Producción escénica y Teatro del Nómada en coproducción con Carallada!!, AJ Claqué, María Díaz Comunicación, Mardo, Juan Carlos Castro, Saga Producciones y Diodati se mueve