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Alergias alimentarias, un problema cada vez más frecuente

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Hay personas que, al comer determinados alimentos, sufren una reacción “exagerada” y su cuerpo enseguida empieza a manifestar una serie de síntomas. En ocasiones se trata de casos leves, pero hay veces que la respuesta es mayor y es necesario actuar con rapidez para que la consecuencia no sea nefasta.
Doctora Blanca Rodríguez Ayala

Es fácil controlar lo que se come si se tiene conocimiento de ello, pero no siempre estamos seguros de lo que estamos comiendo, sobre todo cuando se trata de comida preparada o envasada.

Las personas alérgicas tienen que aprender a vivir con ello y tener sumo cuidado para no ingerir nada que les provoque reacción.

Pero, como digo, no siempre podemos controlar lo que tomamos, por ello, hay que intentar respetar al máximo estas pautas cada día:

  • 1. Evitar el contacto con el alimento o producto causante de la alergia.
  • 2. Limitar al máximo el consumo de productos y alimentos industriales ya que podrían contener trazas del alérgeno.
  • 3. Leer siempre los ingredientes de los etiquetados, incluso la letra pequeña, para asegurarse de que está libre de lo que nos causa la reacción.
  • 4. Procurar utilizar nuestros propios cubiertos, en caso de tener problemas alimentarios, asegurándose de que, cuando los vayamos a usar, estén completamente limpios, lo que evitará efectos indeseables por contaminación. Hay que tener un cuidado especial si se come fuera de casa.
  • 5. No siempre las alergias ocurren si “tragamos” el alérgeno, también pueden aparecer reacciones por contacto directo de éste sobre la piel, o incluso por inhalación al respirar un guiso que contenga a lo que somos alérgicos. Tampoco es raro que una persona manifieste síntomas si recibe un beso de alguien que ha consumido el producto causante de la alergia, por lo que hay que tener cuidado, sobre todo con los niños, y enseñarles desde pequeños cómo deben actuar para no ponerse malitos.

Los principales causantes de alergias son las proteínas del huevo, las de la leche, los pescados, los mariscos, las legumbres, los frutos secos, los cereales y algunas frutas y verduras, pero tampoco es inusual encontrar personas cuyo organismo reacciona exageradamente al entrar en contacto con determinados aditivos utilizados en la elaboración de productos industriales o con materiales como el látex.

El diagnóstico debe hacerlo el médico por lo que, ante cualquier sospecha de intolerancia o alergia, la consulta sanitaria es obligada.

La única forma de prevención es evitar el contacto con el alérgeno causante, tanto a la hora de comerlo como de manipularlo o cocinarlo.

¿Y si la reacción alérgica es grave? Se conoce como “anafilaxia” y en un principio se manifiesta con picores, malestar general, enrojecimiento e hinchazón en diferentes zonas del cuerpo para luego afectar la respiración y el pulso, pudiendo llegar a provocar la pérdida de conciencia y otros síntomas graves que incluso pueden acabar con la vida de la persona. Por ello, debemos actuar de forma rápida y llamar al 112 cuanto antes. Hay quienes ya están diagnosticados y necesitan llevar consigo una inyección de adrenalina para ponérsela en estos casos.ç

Dra Blanca Rodríguez Ayala. Médico y asesora nutricional

@blanca4615

www.laconsultadeblanca.es