Rafa Nadal reina en Paris y nos da una lección de vida

Ni él mismo creía que podía conquistar su 14º trofeo en Roland Garros. Pero llegó a Paris con total determinación y… con un cargamento de analgésicos.

Manuel Vega

Nadal ha pasado los últimos meses casi más tiempo lesionado que compitiendo. Acaba de cumplir 36 años y en este último Roland Garros parecía, en la pista, 10 años más joven. Ni Jokovich , nº 1 en el ranking, ni Zverev, nº 3, le impidieron llegar a disputar la final para ganarla.

Tal vez muchos no sean capaces de valorar esta última gesta del balear, pero ha sido noticia en todos los medios de comunicación mundiales y, además, como noticia principal.

Rafa es, en estos momentos, el nº 4, pero el profesional masculino que ha ganado más Grand Slam: 22, con Jokovich y Federer por detrás con 20. Recordemos que los Grand Slam son cuatro torneos que doblan en puntos (2.000 al ganador) al resto. Se trata del Abierto de Australia (superficie dura), Roland Garros (tierra batida), Winbledom (hierba) y Abierto de Estados Unidos (dura).

Para entender que el español no ocupe la primera posición del ranking es que cada torneo que no iguales el resultado del año anterior se restan puntos y Nadal ha faltado a algunos por sus continuas lesiones. Sin embargo este año ha conseguido el título en Australia y ahora en Francia. La próxima cita será en Londres.

Por lo tanto, 14 Roland Garros, cuatro US Open, dos Wimbledon, dos Open de Australia, 39 Masters 1000, 97 Torneos ATP, cinco Copas Davis y dos Oros Olímpicos le convierten en un deportista español de leyenda, que es capaz de superar a mitos tan grandes como Severiano Ballesteros, Pau Gasol, Miguel Induráin, Ángel Nieto, Mireia Belmonte, Andrés Iniesta, Fernando Alonso, Arantxa Sánchez-Vicario, Marc Márquez o Iker Casillas, entre muchos otros. 

Más allá de colores, de sentimientos patrióticos o de análisis hechos desde el corazón, si tenemos solo en cuenta los méritos deportivos, Nadal tiene razones suficientes como para estar entre los mejores deportistas del mundo.

Y todo lo ha hecho con un estilo muy personal: su capacidad para reponerse de las lesiones, de pelear hasta la extenuación y de levantar partidos que parecían imposibles le ha llevado a labrarse una marca única basada en la lucha, la garra y la resiliencia. Su forma de desempeñarse en la pista es casi un estilo de vida, un ejemplo para el deporte que se puede aplicar a cualquier ámbito del día a día.

En este momento sólo nos queda disfrutar de Rafa Nadal, de sus imágenes celebrando su triunfo en Paris y estar pidiendo que la nueva terapia que le van a practicar tenga efecto positivo,

Y si no puede estar en Winbledon, reconocerle todo lo que ha hecho en este deporte y el orgullo de tenerle como compatriota que ha paseado el nombre de España por todo el mundo, asombrando a todo aquel que haya tenido la suerte de verle en la pista con la raqueta siempre en esa zurda majestuosa.