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“Otra ronda”, favorita como Mejor Película Internacional para los Oscar

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Por BettyGS

Una película que se puede resumir como “un brindis con y para el alcohol, para lo bueno y para lo malo”. Lo que hace al film único es su vertiente de elegía cinematográfica.

‘Otra ronda’ parte de una premisa a priori muy propia de comedia europea de esas que llenan las carteleras de cines en versión original: cuatro profesores que deciden iniciar un peculiar experimento sociológico basado en la teoría del psiquiatra y escritor noruego Finn Skårderud, que dice que los humanos nacemos con un déficit de 0,05% de alcohol en la sangre, y es cuando compensamos esa diferencia cuando nos convertimos en la mejor versión de nosotros mismos. Así que deciden mantener esa tasa de alcohol al mismo nivel durante el día para intentar demostrar que así pueden mejorar en todos los aspectos de sus vidas.

Los más benévolos la verán como un estudio sobre la bebida en un marco aparente de cine para señores cuarentones, en el que las críticas más torpes quieren ver una réplica de la clásica encrucijada generacional de hombres blancos heterosexuales cansados de la vida con ganas de echar una canita al aire.

El relato gira sobre estos hombres en diferentes crisis profesionales y familiares en donde el papel de la mujer no tiene un espacio natural en la historia, más allá de ser el contacto o ausencia que crea la demanda de cambio en sus vidas.

Su escena inicial muestra a un grupo de jóvenes bebiendo mientras hacen pruebas, pimplando, vomitando y creando una imagen dudosa sobre lo que nos quiere transmitir el film respecto a la bebida, ¿Nos está presentado un problema nacional de Dinamarca que llega hasta el consumo preocupante en edades tempranas, o nos muestra una efímera visión melancólica del júbilo perdido y del mejor momento de nuestras vidas, porque podemos hacer locuras?

Vittenberg alterna las parrandas y el día a día de los protagonistas con divertidos clips reales de políticos y personalidades que construyen todo un tratado de uso filosófico sobre el alcohol. Muestra los efectos con naturalidad y de forma orgánica, no juzga, pero tampoco evita mostrar el lado más oscuro (y hasta trágico) del consumo.

‘Otra ronda’ no es una película moralista, pero sí deja claro que el alcohol tan solo amplifica los anhelos, tristezas o angustias que ya existen en nuestro interior, por ello cada personaje representa cierto momento vital, y en cada uno de ellos tiene un efecto diferente.

Por todo ello, es una película que hay que ver de una manera relajada, tratando de sacar todo lo bueno que han realizado en esta película danesa el director, los actores y todo el equipo en una magnífica obra cinematográfica por la que apostamos para ganar un Oscar.

Sinopsis

Cuatro profesores de instituto se embarcan en un experimento sociológico en el que cada uno de ellos deberá mantener la tasa de alcohol en su cuerpo al mismo nivel, durante su vida diaria, intentando demostrar de esa manera que pueden mejorar en todos los aspectos de su vida.