Educación

Explorando el Metaverso

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Actualmente, la palabra Metaverso está en boca de todos, tanto de los tecnólogos como de los legos en la materia. De hecho, tal está siendo el impacto que, nosotros, en no solo estamos diseñando nuestro propio metaverso educativo sino que además hemos desarrollado el mejor curso de formación existente en el mercado sobre el mismo.

El Metaverso, ¿por qué ahora?

Se trata del Programa de Negocios Digitales en el Metaverso, 200 horas de formación sobre (i) los modelos de negocio que se van a desarrollar en la nueva frontera digital que supone el metaverso; (ii) las tecnologías que habilitan el mismo como la realidad virtual, el blockchain o la inteligencia artificial; (iii) el diseño de entornos virtuales y el modelado 3D; (iv) la comunicación y el marketing en el metaverso; y (v) los retos tanto éticos como jurídicos que va a plantear el mismo.

Pero, ¿qué es el Metaverso? ¿Existe ya o está en construcción? ¿Cuáles son sus principales características? ¿Por qué ha cobrado tanta importancia en los últimos tiempos?

Con toda seguridad, el hecho de que Mark Zuckerberg comunicara el pasado 28 de octubre de 2021 en el evento «Facebook Connect 2021» que la compañía de la red social más conocida del mundo iba a cambiar su nombre por el de «Meta Platforms, Inc.» (Meta) con el objetivo no solo de relanzar la compañía tras varios escándalos, sino también de apostar claramente por el Metaverso como la siguiente gran evolución de internet, ha puesto el foco en este concepto tan interesante.

Sin embargo, el fenómeno de los mundos virtuales no es nuevo pudiendo encontrar ya referencias en el mito de la caverna que describió Platón en La República para explicar la teoría de las ideas. De hecho, el concepto Metaverso apareció por primera vez en 1992 en el libro de ciencia ficción escrito por Neal Stephenson titulado Snow Crash en el que Hiroaki Hiro Protagonist, un repartidor de pizza en el mundo real, se convierte en un príncipe guerrero samurái en un universo generado informáticamente que un ordenador dibuja sobre un visor y que se vuelve completamente inmersivo a través de unos auriculares.

Por su parte, en 1999 vio la luz la primera película de la saga Matrix, una realidad virtual diseñada por una inteligencia artificial que permitía tener dormida y controlada a toda la humanidad.

Y en el año 2011, Ernest Cline escribiría la novela Ready Player One, que sería trasladada al cine por Steven Spielberg en el año 2018, y en la que reflejaría la existencia de un mundo virtual inmersivo llamado «OASIS» configurado como un videojuego de rol multijugador masivo en línea en el que los distintos participantes compiten por encontrar un huevo de pascua de tal forma que quien lo consiga se hará con el control de OASIS y heredará la mayor fortuna del mundo.

Sin embargo, el antecedente más claro del Metaverso lo encontramos con la aparición de Second Life en 2003, un espacio virtual creado por la empresa norteamericana Linden Lab en el que durante la década de 2000 se llenó de avatares de usuarios virtuales que se relacionaban o intercambiaban objetos o terrenos virtuales.

Es precisamente en el sector de los videojuegos donde se encuentran muchos de los metaversos más conocidos a día de hoy pudiendo destacar, entre otros, World of Warcraft, Minecraft, Roblox o Fortnite.

Ahora bien, el uso de la tecnología blockchain con los smart contracts y los NFTs (non fungible tokens o tokens no fungibles) como grandes protagonistas, así como el desarrollo de otras tecnologías exponenciales como el internet de las cosas, la realidad virtual, la realidad aumentada, la computación en la nube, el big data y la inteligencia artificial están permitiendo la creación de nuevos mundos virtuales o metaversos descentralizados como Decentraland o The Sandbox que se están convirtiendo en auténticos agregadores de aplicaciones y tecnologías que van a cambiar en los próximos años las reglas del juego, nunca mejor dicho.

¿Qué es el Metaverso?

Al estar todavía en construcción y evolución constante, y anticipando que no será fácil diferenciar entre la era «antes del Metaverso» y la era «después del Metaverso», proporcionar un concepto definitivo no va a resultar sencillo.

Así las cosas, las aproximaciones al Metaverso son a día de hoy de lo más variopintas. Así:

  • Algunos consideran que el Metaverso es una construcción de Marck Zuckerberg para relanzar su compañía y sepultar así escándalos como el de Cambridge Analytica o el más reciente referente a la filtración por la antigua directora de producto de Facebook, Frances Haugen, de varios documentos internos que revelan prácticas éticamente controvertidas por parte de la compañía.
  • Para otros, el Metaverso es la evolución natural de internet, encontrándonos, por tanto, ante la Web 3.0. Así, el Metaverso es la forma de visualizar internet pero en vez de hacerlo en dos dimensiones a través de un navegador se hará en tres dimensiones a través del navegador y de otros dispositivos de realidad virtual o realidad aumentada. Es decir, nos encontraríamos ante un internet ciberfísico y potenciado por la tecnología, capaz de superar el paradigma del internet móvil convirtiéndose en el siguiente salto evolutivo de nuestras capacidades de interconexión física y digital, y, por tanto, también de nuestra vida social.
  • En esta misma línea, otros consideran que nos encontramos ante la siguiente etapa de las redes sociales consistente en la generación de redes más inmersivas de tal forma que se generarán nuevos mundos virtuales en los que participaremos con avatares y en los que podremos conocer gente y vivir experiencias con ellos.
  • Algunos otros creen que nos encontramos ante una nueva generación de videojuegos que, entre otras cosas, fomenta el fenómeno del play to earn y que va a permitir a los jugadores ganar recompensas a cobrar bien en el mundo virtual, bien en el mundo real.
  • Y finalmente, están aquellos que consideran al Metaverso como una nueva forma en la que las empresas podrán generar nuevos espacios colaborativos de trabajo o vendernos sus productos y servicios.

Probablemente, todas las aproximaciones anteriores sean correctas y reflejen alguna de las caras de un concepto poliédrico.

Sea como fuere, Metaverso es una palabra construida a partir del prefijo griego meta- (“más allá”) y de la contracción de universo (verso) que puede definirse como una red de entornos digitales que, gracias a la realidad aumentada, realidad virtual y blockchain, junto con otras tecnologías disruptivas y exponenciales como el internet de las cosas, el big data y la inteligencia artificial, habilitan la creación de espacios virtuales simulados, generando una experiencia inmersiva y en muchos casos multisensorial, aplicada a diferentes casos de uso.

En definitiva, el Metaverso se erige en un auténtico agregador de aplicaciones y tecnologías exponenciales capaz de generar universos virtuales de infinitas posibilidades que van a cambiarlo todo, desde la manera en la que nos relacionamos, hasta la manera en la que trabajamos, nos educamos o nos entretenemos.

Antonio Serrano Acitores

CEO de Spacetechies. Abogado. Doctor en Derecho