El Real Madrid consigue su primer objetivo: la Copa del Rey
Los últimos dos meses no habían sido satisfactorios para el equipo blanco. La Liga se le escapaba contra equipos que, en principio, no debían haber conseguido detener el avance del equipo y el Barça se escapó en el liderato. Ya sólo le quedaban la Copa del Rey y la Champions para terminar una temporada esquiva con honores. Hoy, primer objetivo conseguido.
Manuel Vega
Como esto no es una crónica del partido jugado en ese magnífico escenario por nombre La Cartuja, en Sevilla, necesito apuntar algunos detalles, o detallazos, que ya se quedaran en mi memoria.
Lo primero es que el Real Madrid, según dicen los más cercanos, nunca ha sacado todo su potencial para conseguir este trofeo. Ahora ya tiene 20 copas, por detrás del Atletic de Bilbao y, sobre todo, del Barcelona. Siempre ha tenido su cabeza en trofeos más difíciles de conseguir y con más prestigio que le llevaban a ser considerado uno de los mejores equipos del mundo, si no el mejor.
Todos los jugadores se quieren vestir de blanco y no hablamos de los entrenadores, los que se atreven a sentarse en el banquillo. Tanto unos como otros saben que, si son buenos y lo hacen bien, su nombre pasará a la historia de este deporte, el más universal.
Florentino Pérez, y su directiva, lleva un par de años apostando por gente muy joven, que ha deslumbrado en sus equipos siendo casi niños y en muy poco tiempo se han aupado a los mejores puestos en esa clasificación no escrita de los mejores del mundo. También ha tenido el equipo un par de errores no forzados, ni buscados, que se han llevado y llevan una “pasta” que no merecen. Se van y se irán con un dinero no merecido, pero con un desprestigio que les obligará a vivir después con la cabeza muy escondida y desaparecer del entorno del deporte.
En La Cartuja, dos de esos jóvenes veinteañeros pusieron en pié a los aficionados madridistas presentes en Sevilla y, por qué no, a todos los que estaban viendo el partido a través de la televisión. Vinicius y Rodrigo fueron los auténticos héroes esta noche, aunque no podemos olvidar a otro joven, Valverde, que se dejó el alma (y los pulmones) durante los 90 minutos.
Pero lo que manda en el fútbol, para desgracia de grandes jugadores, absolutamente imprescindibles para los que tienen la obligación, por sus condiciones, de meter la pelota en la portería contraria.
Rodrigo fue el doble goleador que le dio la Copa a su equipo. Fue nominado MVP del partido y, sí, lo tengo que decir, en contra de mi criterio. Durante el partido me quedé asombrado de lo que es capaz de hacer Vinicius. Y, una vez más, nadie es capaz de pararle si no es de mala manera.
El joven jugador tiene un carácter especial, pero debemos preguntarnos como reaccionaríamos si cada vez que cogemos el balón sólo nos lo quitan con falta, una y otra vez. Dicen los más cercanos al equipo y al vestuario que Carlo Ancelotti no deja de darle consejos para tratar que no estropee todo lo bueno que hace con un balón.
El Real Madrid está acertando con su política de fichar y está claro que el próximo año tendremos novedades y los Vinicius, Rodrigo, Valverde y Camavinga se consolidarán todavía más.
De momento, como digo, ya han conseguido el objetivo que tenían para estos momentos, un trofeo que casi ninguno de sus actuales jugadores tenían todavía y que sumaran a ese palmarés que muy pocos, por no decir ninguno, tienen y que aumentan la leyenda blanca y aa que todos, en el mundo del fútbol, aspiran. ¡Enhorabuena y a por el Manchester City!