Trail running: Cuando correr se convierte en una liberación
¿Quo Vadis? Hace apenas 20-25 años era poco habitual cruzarse con un corredor por la calle. Aquellos corredores no practicaban una rama del atletismo, o carrera a pie, sino que hacían “footing” y para una gran mayoría debían estar huyendo de algo.
El transcurrir de los años ha sofisticado mucho la carrera a pie y ya casi nadie hace footing, o huye, porque ahora son runners y, en consecuencia, practican el “running”.
La diferencia entre un corredor y un runner, podría parecer sutil, pero muy lejos de la realidad. Un runner que se precie, no se calzaría unas zapatillas y saldría a correr sin más, sino que precisará de la última tecnología para plantearse si quiera salir a la calle. Todo empieza con un reloj que monitorice esfuerzo, ruta, ritmo y se conecte a la APP de Strava (la red social de deportistas) para dar a conocer al mundo sus proezas diarias. Tendrá diferentes juegos de zapatillas según la distancia y ritmo previsto y sin duda integrarán una buena placa de carbono para bajar esos segundos tan preciados. La última tecnología en tejidos técnicos y de compresión se ajustarán a su fibroso cuerpo, ausente de bello y libre de grasas saturadas.
Ironías aparte, no es de extrañar que una de las disciplinas de la carrera a pie que está experimentando un mayor crecimiento sea el Trail, cuya traducción literal sería la de correr por senderos, pero abarca cualquier ámbito de la carrera fuera del asfalto.
Tanta sofisticación, e incluso presión social para correr determinada distancia, en determinado tiempo y participar en competiciones, aunque no fuera el motivo por el que se acercaron a esta afición, ha derivado en una transición hacia una incipiente disciplina donde por lo general los ritmos pasan a un segundo plano y el fin último es disfrutar del entorno mientras practicamos nuestra afición.
Dicho lo anterior, como cualquier disciplina deportiva también requiere de adaptación, especialmente si el objetivo es la montaña. La técnica de carrera es diferente, el agarre y la resistencia del calzado cobra mayor relevancia, es preciso llevar sistemas de hidratación y espacio para llevar abrigo, gorra, teléfono, alimento, luz, etc… porque los imponderables no son infrecuentes.
Pero correr por el monte, o la montaña, va más allá de cambiar una superficie por otra. Todo el que se aproxima a esta disciplina, encuentra esa comunión con la naturaleza y con nuestro yo más primitivo. Una conexión que ya nos resulta extraña en un mundo donde las poblaciones se concentran en las grandes urbes y el campo es un lugar de visita esporádica en el mejor de los casos, o aquello que muestran en los documentales.
Las competiciones son la guinda del pastel, donde encontramos trails sencillos por senderos, pero también carreras de montaña técnicas que abarcan cualquier distancia hasta llegar a la categoría reina: Los Ultra Trails, donde la distancia suele estar entre los 40 y 160km.
En definitiva, tanto si eres esclavo de los tiempos, el asfalto te resulta agresivo, o te incomoda correr entre coches y peatones, encontrarás en el trail running una liberación.
Gustavo López van Dam