Cultura y entretenimiento

Muere Sean Connery a los 90 años, el indiscutible 007

Si hay algún personaje que identifica la figura de este grande entre los grandes, Sean Connery, actor escocés que nos dejado hoy a los 90 años es Bond, James Bond. No obstante, rodó más de setenta películas entre las cuales destaca por ejemplo “El primer caballero” o «El hombre que pudo reinar».

No cabe duda, fuera de los gustos de cada uno (a mí me parece impecable la encarnación de “este último” Bond en la figura de Daniel Craig) que viendo a Sean Connery ves al agente secreto más famoso de la historia del cine, al servicio de su Majestad por supuesto. Su elegancia innata, su mirada seductora, tu impecable presencia pasará a la posteridad y ya tiene un hueco en los más alto en el Séptimo Arte.

Nuestro Bond más escocés ha fallecido en su mansión, como él.. Inmensa, de las Bahamas parece ser que mientras dormía, según indican fuentes familiares.

No lo tuvo fácil en sus inicios, la verdad es que, leyendo las biografías de las grandes estrellas del cine, es un común denominador de todas ellas, ¿quizá eso les hace más grandes aún…? Acababa de cumplir 90 años, concretamente el 25 de agosto. Nació el día 25 (Festividad de San Luis de Francia, parece ser que estaba destinado a reinar en la historia del celuloide) en el barrio edimburgués de Fountainbridge, de ahí el nombre de su productora, Fountainbridge Films.

Hijo de una limpiadora y de un conductor de camiones, Connery tuvo que dejar la escuela a una edad temprana y empezar a trabajar para mantener a la familia, su primer trabajo: repartidos de leche.  Después encadenó varios trabajos (como soldado en la Royal Navy, conductor, socorrista, modelo de desnudos para los alumnos de la Escuela de Arte de Edimburgo etc…) Mientras participaba en obras de teatro y en los siguientes años participó en numerosas obras de teatro, películas y series hasta desembocar en su más memorable actuación, la de encarnar a Bond, papel por el que será recordado de generación en generación.. No podemos olvidar quienes amamos el cine, de aquella exuberante y maravillosa Úrsula Andress saliendo del mar en la primera película del agente 007 James Bond contra el Dr. No  (1962) y nuestro escocés en su máximo esplendor.  NO podré olvidar esa mirada, ese gesto, ese look penetrante pero imbuido de elegancia y ese aire enigmático de bruma escocesa que le convirtieron, justo con su innegable estilo a la hora de vestir en uno de los actores más sexys del mundo.

 Sean Connery, nunca ocultó su pasión por su querida Escocia, incluso abogaba por su independencia. Fue amante de España, concretamente recaló en Marbella, esos años dorados, esos añorados 70 y 80´s marbellís!.

Harto de los paparazzi, Sean decidió abandonar la Costa del Sol en 1999 e instalarse en otro paraíso, las Bahamas. Lo que parecía un retiro dorado se convirtió en un infierno porque entre el 2004 y 2005 se recalificó la finca, la vendió, se demolió la mansión y se construyeron apartamentos de lujo. En plena ola del Caso Malaya, donde los delitos urbanísticos estaban a la orden del día, Connery y su esposa, Micheline, terminaron en los tribunales.

El matrimonio fue el protagonista mediático del caso por supuesta especulación para la recalificación del terreno. El actor quedó exonerado, pero hace cinco años, la Fiscalía Anticorrupción en Málaga solicitó una multa de 22,8 millones de euros y dos años y medio de prisión para Micheline a quien se le acusó de cooperar en un delito contra la Hacienda Pública por fraude del Impuesto de Sociedades.

Sean y Micheline se conocieron en Marrakech en 1972 cuando ambos estaban casados con sus respectivas parejas. Se enrollaron y, una vez conseguidos los divorcios, se casaron en 1975. El protagonista de Los intocables (1987), por cuyo papel recibió su único Oscar al mejor actor, se había casado una vez con la actriz Diane Cilento, madre del único vástago de Connery, Jason, con quien mantenía una relación marcada por el amor y el odio.

Tras el matrimonio con la pintora de origen franco-marroquí, Connery dejó de lado (aparentemente) su vena mujeriega ya que por sus sábanas pasaron auténticos bellezones de la época como Jill St. John, Brigitte Bardot o Raquel Welch. Y recalcamos lo de aparentemente porque en la década de los 80 volvió al redil tras su desliz con la ya fallecida cantante Linsay de Paul.

Antes de convertirse en un ídolo de masas, fue repartidor de leche y levantador de pesas. Tras más de cinco décadas dedicado al séptimo arte, Connery no solo será recordado como James Bond, sino también como el padre del aventurero Indiana Jones (Harrison Ford).

El intérprete perdió una oportunidad de oro que le pudo hacer mega multimillonario ya que, tras rechazar el papel de Gandalf en la trilogía de El señor de los anillos, por la que habría recibido un 15% de los beneficios de taquilla, podría haber inflado su cuenta corriente con 400 millones de dólares (342 millones de euros). Hubiera sido la estrella mejor pagada de todos los tiempos.

Se jubiló tras rodar La liga de los hombres extraordinarios (2003), pero volvió momentáneamente para poner la voz en la película de animación Sir Billi (2012). Posiblemente, consciente del poco tiempo que le quedaba de vida, la estrella puso en venta a principios de este verano su mansión de estilo Belle Epoque en Niza. Denominada La Roc Fleoui, su precio de salída se estimó en 30 millones de euros.

Su vida tampoco estuvo ausente de polémicas, ya que su primera esposa lo acusó de malos tratos y en los sesenta afirmó en una entrevista con la revista Playboy que veía bien pegar a las mujeres «si todas las demás alternativas fallan y ha habido muchas advertencias», unas declaraciones que repitió en otras ocasiones sin llegar a retractarse nunca.