Moltacte, una empresa con alma
Miquel Isanta, Ana Artazcoz y Jaume Plana compartían las ganas de hacer crecer un modelo de negocio que extendiera la fuerza transformadora del trabajo. Creían que la igualdad de oportunidades para las diferentes capacidades tenía que respaldarse y conectar con la sociedad. Eso los llevó a crear en 2008 una empresa sostenible en cifras y resultados que genera un impacto en la vida de las personas diagnosticadas con un trastorno de salud mental.
Hace ya muchos años que Ana Artazcoz Sastre, tantos años vecina de la zona norte de Madrid y alumna del San Patricio de El Soto, se desplazó a Cataluña siguiendo su vocación social para trabajar en Intermón Oxfam. Durante los doce años de trabajo en cooperación internacional, se fueron gestando dos grandes proyectos: la formación de una familia numerosa y la creación de una empresa social. Su objetivo era demostrar que se puede ser social y rentable al mismo tiempo.
Junto con Miquel Isanta y Jaume Plana puso en marcha Moltacte, “mucho tacto” en catalán. En este momento gestionan cinco outlets con los que dan salida a excedentes de diversas marcas de Inditex y otras marcas que apuestan por la sostenibilidad. Su proyecto tiene como lema una enorme aspiración: ser extraordinario. ¿Qué hace a esta empresa extraordinaria? Es extraordinaria la calidad de sus colecciones, la perfecta decoración de sus tiendas, sus precios tan asequibles y la calidez de la atención. Moltacte es una extraordinaria cadena de tiendas outlets enfocadas a favorecer la salud mental de las personas con las que trabajan.
Así lo vio ESADE que se acercó a Moltacte en su propósito de inspirar a líderes a crear un futuro mejor. Vieron clara la innovación de este modelo de empresa social y elaboraron un estudio de caso del “for&from” de Inditex y Moltacte. Hoy, este modelo se estudia también en Harvard.

Ana Artazcoz explica que “dirigimos Moltacte hacia un nuevo paradigma empresarial, el de las organizaciones Teal. Este modelo organizacional fue promovido por Frederic Laloux autor del libro “Reinventando las Organizaciones” que hace referencia a las empresas en las que el equipo humano se convierte en el protagonista. Priorizan la intervención de los empleados en la toma de decisiones e incentivan su desarrollo creativo.”
Este era el modelo idóneo para Moltacte, no solo por la propia forma de ser de Miquel, Ana y Jaume, sino por las 70 personas extraordinarias que forman la empresa. “Existe una gran pluralidad en el mundo de la enfermedad mental; trabajamos con muchas de ellas. Al contratar vemos el encaje de la persona en su puesto de trabajo, el potencial de crecimiento, la generación de autoestima.”
La crisis del COVID cerró todas sus tiendas durante un tiempo indeterminado. Su preocupación siempre fueron las personas. “La manera de hacerlo fue proponiendo una meditación conjunta cada día, para compartir un poco de paz y serenidad en esta época tan inédita.” Y es que Moltacte tiene un peculiar origen filosófico en el zen practicado por los socios fundadores.
Meditación, comunicación y escucha activa refuerzan la unidad del equipo. Informan de cada paso que dan con una transparencia ejemplar, sabiéndose todos en el mismo barco. Un barco que renació tras el Covid19 más fuerte para seguir gestionando la incertidumbre con un cambio de timonel: este año Miquel se ha jubilado y Ana ha tomado las riendas.
“Para todo el equipo ha sido un enorme esfuerzo adaptarse a la nueva situación. El uso constante de la mascarilla, el aforo limitado en la tienda, el miedo invisible al contagio. Todos nos hemos sentido vulnerables. La salud mental es una fina línea que esta situación ha agravado desencadenando muchos nuevos casos. Ahora más que nunca, es prioritario poner la salud mental en boca de todos y encontrar soluciones a problemas cada vez más visibles.”
Las personas que hacen Moltacte sienten su trabajo como un espacio protegido. Aquí se respeta que pasen una mala etapa o que el ajuste de medicación altere el equilibrio alcanzado. Cuentan con el apoyo de una psicóloga y una trabajadora social y se adaptan a lo que toca. La receta de Ana es “calma, paciencia, confianza y mucho amor; esperar a que se asiente el conocimiento antes de dar otro paso.”
En la inclusión de este colectivo, tantas veces estigmatizado, es vital la visibilidad y el contacto con la sociedad. Todos conocemos a alguien con un problema de salud mental, pero todavía no se habla abiertamente de ello. “Sentimos orgullo por los cambios que se producen cuando se crea el espacio de confianza necesario. Todos y cada uno de nosotros somos diferentes y únicos. La igualdad no es una realidad; tener la oportunidad debería ser igual para todos” concluye Ana Artazcoz, CEO de Moltacte.
Ojalá ese “debería” sea pronto un “es” Ana. Ojalá que Moltacte sea inspirador para que otras empresas se animen a ser sociales y viables al mismo tiempo.
moltacte.com
TAMBAB