Los nuevos vecinos de La Moraleja reclaman una mejora de los servicios que reciben
La Carrascosa es el nombre de los suelos en la manzana del principio del Camino Ancho donde residen ya más de cien nuevos vecinos en La Moraleja. Después de casi un año desde que el Ayuntamiento de Alcobendas diera las cédulas de habitabilidad a dos de las tres promociones que se están construyendo, han reclamado, tanto al Ayuntamiento, como a la entidad de conservación, una mejora de los servicios que están recibiendo.
Entre los servicios que reclaman, sobresalen una mejor limpieza de sus viales y además, han pedido más agilidad al consistorio para la recogida de sus contenedores. En este sentido, desde La Entidad se tiene en consideración la demanda, pero las obras de la última promoción, de 95 viviendas, según manifiestan desde la entidad de conservación, generan una suciedad que provoca que los trabajos de limpieza deberían de hacerse a diario, trabajo imposible de realizar pues la Entidad de La Moraleja, pasa una vez la barredora en los más de 49.4 kilómetros cuadrados de viales que componen la urbanización.
Más seguridad
Más seguridad es otro de los reclamos de los 105 propietarios que ya residen en la localización. En este sentido, los residentes también han solicitado más presencia policial para terminar con los botellones que se ocasionan muchos fines de semana. El problema en este asunto es que los jóvenes que realizan esta practica ilegal de consumir alcohol en la vía pública, lo hacen generalmente en Madrid, suelos situados enfrente de las nuevas viviendas, o en las parcelas correspondientes a Buenavista, terrenos que colindan con las urbanizaciones y que pertenecen al termino municipal de Alcobendas, no a La Moraleja. Es decir, en estos espacios geográficos solo puede actuar, o bien la Policía Municipal de Alcobendas, o la Policía Municipal de Madrid.
Central de Recepción Alarmas
Otra de las peticiones de algunos vecinos de estas nuevas promociones es introducir los servicios de alarma a la Central de Recepción Alarma de la entidad de Conservación. El problema es que la idiosincrasia de las comunidades de propietarios, donde se tiene que entrar a pie de manera obligatoria, es un servicio que no realiza el vigilante de seguridad del servicio privado que presta la entidad a los vecinos de La Moraleja. Para cumplimentar este servicio se necesitarían dos vigilantes por coche, cuando en la actualidad va uno.