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Llega San Fermín: “A Pamplona hemos de ir…”, al menos una vez en la vida

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Es, tal vez, la fiesta más famosa de España y sin duda la más conocida en todo el mundo. Hasta Pamplona se acercado multitud de personajes famosos que le han dado ese plus que nos hace llegar a vivir esta fiesta, como decimos, al menos una vez en la vida.
Manuel Vega

Se acercan una de las fiestas más famosas de España, si no la que más,  y que han dado la vuelta al mundo. Hablamos de los Sanfermines. El próximo 6 de julio se dará comienzo en Pamplona a nueve días de fiesta con el Chupinazo. Todos sabemos de lo que trata esta festividad y muchos no han podido disfrutarlas. Pero otros muchos repiten.

Hay que remontarse unos cuantos años y siglos para encontrar el origen de los Sanfermines, concretamente en el año 1186. Ese año Pedro de París, obispo de Pamplona, recogió las reliquias de San Fermín en Amiens y los trasladó a la capital Navarra.

La fiesta se desplazó al 7 de julio por diversos motivos entre el que se encontraba el climatológico: la fiesta se podía disfrutar mucho mejor con buen tiempo.

Para entender cómo se celebran ahora los encierros en Sanfermines hay una razón simple: la necesidad de mover a los toros desde las afueras de la ciudad hasta la plaza de toros. Y esto fue el gran triunfó en muchas generaciones. Los pamplonicas empezaron a divertirse corriendo delante de los toros hasta la Plaza. Dicen los antropólogos y demás expertos en su estudio que el riesgo que conllevaba les gustaba a muchos

Hemingway tiene mucha culpa de su popularidad a escala mundial gracias a la novela ‘Fiesta’. Y ahora que sale el nombre del escritor tenemos que hacer una mención en los desencuentros que tuvo sobre las verdades y mentiras que quiso relatar. El abogado y escritor pamplonés, Miguel Izu, hace en su libro ‘Hemingway en los sanfermines’ una auténtica disección de su paso por Pamplona, aunque sí es cierto que, al menos, la visitó 10 veces.

Por ejemplo, según comentan, y para desgracia de mitómanos mentirosos, Ava Gardner nunca pisó los sanfermines. Ni Gertrude Stein, ni Picasso, ni Errol Flynn, ni Man Ray, ni Lauren Bacall, ni…, ni…, ni…

Lo que sí es verdad es que estuvo en los sanfermines con cuatro esposas distintas, siempre rodeado de una cohorte de amantes, amigos y pelotas. Comió y bebió en Las Pocholas, el Txoko, el Torino y el Kutz, amó y escandalizó (solía llegar al hotel Quintana de madrugada como un ciclón) y desayunaba pollo y langosta.

El libro de Miguel Izu deja cada cosa en su sitio. La verdad, la leyenda, el mito y el bulo. Y para terminar con Ernesto, como le gustaba que le llamaran en nuestro país, en los EE UU se organizan en muchas Universidades viajes colectivos siguiendo la estela de lo que escribió su compatriota. 

Vestir de blanco y el pañuelo rojo

Estos son los símbolos de los sanfermines. No tiene que ser  un inconveniente sino uno de los secretos que permite sumergirte en la fiesta y participar como uno más. El primer consejo, por tanto, es que te” vistas de Sanfermin” con pantalón, shorts o lo que quieras –siempre de color blanco-,  camiseta o camisa blanca y pañuelo rojo. Casi todas las tiendas venden estas prendas y existen, además, puestos ambulantes.

El pañuelo se lleva atado al cuello con el pico cayendo sobre el pecho. Aunque se dice que se tiene que portar así cuando empiezan las fiestas, por eso algunos respetan esta tradición y lo llevan en la muñeca, en el bolsillo o en la mano, antes del Chupinazo. Pero cuando se da el pistoletazo de salida, ya todos lo llevan alrededor del cuello.

Además, es importante llevar un buen calzado, evitar las sandalias, porque es habitual que haya cristales en el suelo o que te pisen porque hay mucha gente en casi todos los sitios.

Comer y dormir para aguantar

La clave de aguantar y llegar a todos los momentos de la fiesta es comer decentemente. Es básico adoptar la costumbre local del desayuno, el almuerzo, la comida, la merienda y la cena y buscar las opciones más asequibles para no vaciar el bolsillo. 

Lo habitual es hacer dos comidas serias (comida y cena o almuerzo y merienda) y el resto del día andar de pinchos o de bocatas por la calle.

Pero también hay que descansar. Pamplona duplica sus habitantes en Sanfermin y la oferta hotelera se suele saturar el fin de semana. No está prohibido dormir en los jardines -aunque sí acampar- pero por las noches hace frío y algunas veces llueve.

Hay varias opciones para dormir durante las fiestas. De la más cara a la más barata siguen este orden: hoteles, hostales, pensiones, campings, pisos de alquiler, habitaciones y, claro, dormir al raso en algún jardín. 

Si vas sin alojamiento, existe una Consigna Pública que garantiza la seguridad y la tranquilidad para tus cosas. Dejar la mochila o tu maleta te permitirá disfrutar más de la fiesta ya que los bares y zonas de juerga suelen estar bastante masificadas.

Pamplona en Sanfermin dispone de varias instalaciones públicas y privadas donde poder ducharse. Después de estar de juerga en Sanfermin es habitual y necesario lavarse. Para ello existe una Casa de Baños y lavandería Pública que tiene duchas.

Lo bueno de ser un servicio público es que te alquilan el uso de toallas y jabones y no necesitas llevar nada. Los precios se actualizan cada año pero no es muy caro.

Vivir el Txupinazo el día 6

Poco antes de las doce del mediodía del 6 de julio, alcalde o alcaldesa y concejales salen al balcón del Ayuntamiento.

Vivir el txupinazo entre la multitud es una experiencia bastante fuerte: el apiñamiento es terrible y no se puede mover ni un dedo. Hace un calor infernal, haga el tiempo que haga: de la masa sube un vaporcillo mezclado de sudor, champán y líquidos varios que te caen de todas partes. De los balcones tiran baldes de agua a la gente para aliviar la asfixia. Los empujones se transmiten por la multitud como una ola.

Y ya no cuento más. Invito a vivir, aunque sea una sola vez en la vida, esta experiencia, que, como veis, puede ser cara o barata y unos nos contarán la parte negativa, pero serán muchos los que vuelvan “con una media y un calcetín”.