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Fernando Alonso tiene que vender Kimoa, la marca que fundó

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El piloto puso en marcha la marca en 2017 creando camisetas, gorras y gafas de sol, y hemos podido ver algunos ejemplos durante sus visitas a programas de televisión o incluso en las entrevistas a pie de pista posteriores a las carreras.

Pero desde ese año, hasta el pasado 2020, la firma no ha conseguido obtener buenos números y ha acumulado unas pérdidas de tres millones de euros, tal y como figura en las cuentas de Quimoalar, la sociedad sobre la que descansa el negocio.

Solo el año pasado las cifras alcanzaban negativamente los 650.000 euros, un 13% más, según Cinco Días, que las que obtuvo en 2019. Se supone que la pandemia ha supuesto un duro golpe para la compañía, como refleja el 20% en que se redujeron los ingresos derivados de las ventas, quedándose por primera vez en los últimos tres años por debajo del millón de euros facturados.

Kimoa vende a través de su página web a 74 países y había ampliado su catálogo con gafas de esquí, patinetes eléctricos y ropa técnica, pero no han conseguido los resultados que esperaban y la situación ha terminado con la venta del 75% de su capital a Revolution Brands, una empresa estadounidense especializada en ropa urbana y patinetes eléctricos. A través del comunicado que publicaron, Alonso conservará el 25% de Quimoalar y continuará realizando las labores de embajador de la firma.

«Creamos Kimoa con un alma sostenible y un espíritu de no rendirse nunca, inspirado en los deportes de motor. Es un honor seguir llevando el logotipo de Kimoa, construyendo la marca y dando la bienvenida a la familia a todos los que comparten nuestra visión», expresó Fernando Alonso.

En el registro ya figura con domicilio en Miami y controlada por Revolution Brands, que tiene como objetivo llevar la marca a 50 nuevos emplazamientos en Estados Unidos en los próximos dos años.