Covid-19, introducción, desarrollo y conclusiones
Por Carlos Vara García
Seguir este sencillo modelo de comunicación, estructura el mensaje, facilita su explicación y entendimiento.
Hagamos pues un paralelismo entre este modelo y las tremendas crisis que estamos viviendo, la sanitaria hoy, la económica mañana, y la social en el medio-largo plazo.
Provocada o no, algo de lo que no debemos opinar sin “conocimiento de causa”, esta pandemia, desde el principio, debería haber sido combatida siguiendo un enfoque “lógico-sanitario”. Mayoritariamente, todos respetamos a dichos profesionales, pero hemos cometido el error de opinar sin saber, sin datos fiables. Ya sea por las “fake news”, que como un virus todos transmitimos como borregos en redes sociales, por la mala información generalista no especializada, o peor, por interés político… en esta introducción hemos cometido grandes fallos. Menos mal que hemos tenido la suerte de contar con grandísimos profesionales sanitarios.
Pasemos al desarrollo, nos guste o no, vivimos en un sistema capital, y ello hace que nuestra manera de vivir se soporte en un sistema de producción supeditado a la economía de mercado. Por ello, debemos tomarnos la economía en serio, y como antes indicaba, hacer caso a los profesionales especialistas, sin opinar sobre lo que no somos especialistas. La crisis económica que estamos sufriendo debe ser tratada de la forma más rigurosa posible, centrándonos en resultados viables, prácticos y directos. Por ello todos los escenarios utópicos, todos los que no conozcamos en profundidad los factores que regulan la economía, debemos dar un paso atrás y no entrar en la falsa creencia de “querer aportar sin conocimiento” o peor aún, mezclar aspectos sociales con otros puramente económicos. Porque la realidad es que formamos parte de Europa, y si como país no damos una imagen seria y coordinada, aun renunciando a la “libertad” local, no superaremos esta crisis económica.
¿Y qué pasará tras superar lo sanitario y lo económico?, ¿Aprenderemos algo de todo ello? Quiero pensar que sí, socialmente deberíamos aprender. Con salud recuperada y dinero en el bolsillo ¿creeremos que solo ha sido un bache más? Si así lo hacemos, volveremos a cometer graves errores. La gran conclusión que debemos aprender de estas crisis, es la necesidad de vivir vidas más coherentes, más moderadas, más cabales, donde nos demos cuenta que los especialistas deben ser los únicos en opinar sobre sus campos de conocimiento, donde las noticias generalistas solo informen y no adoctrine a la gente. Debemos aprender a vivir una vida satisfactoria en base a nuestras posibilidades económicas, aprender la importancia de la cultura del ahorro. Y, sobre todo, debemos aprender a despolitizar nuestras vidas, fomentar el pensamiento interno, propio y reflexivo que es un indicador real de nuestro crecimiento, lo que podríamos denominar, “aprendizaje social coherente”.
Carlos Vara García
Consultor Independiente en Psicología Empresarial, Desarrollo Profesional y Mentorship.