Actualidad

Cómo nos afecta el cambio de horario de verano

Compartir
La madrugada del 30 al 31 de marzo, a las 2 serán las 3, lo que significa que dormiremos una hora menos, que disfrutaremos más de los momentos de sol, y que nuestro reloj interno volverá a desajustarse unos días, incluso más que en el cambio horario del invierno, provocando que el sueño se vea alterado, algo así como el Jet-Lag que se sufre al viajar en avión a países con horario muy diferente al nuestro.

Estos son los síntomas habituales que puedes notar: sueño diurno, falta de concentración, aumento del apetito, irritabilidad y cansancio.

Para ayudar a tu organismo a adaptarse, procura seguir unos horarios fijos de descanso y alimentación diarios, tómate un tiempo para relajarte, mejor al final del día, sal a caminar, sigue una dieta variada y equilibrada rica en frutas y verduras frescas, y evita utilizar dispositivos tecnológicos 2 horas antes de acostarte.

Lo habitual es que los síntomas remitan por si mismos en unos cuantos días sin necesidad de tratamiento, entre 7 y 10 a lo sumo, por eso, si superas este tiempo y sigues sin encontrarte mejor, es necesario consultar con el médico.

Doctora Blanca Rodríguez Ayala