12 consejos para cuidarse durante las fiestas navideñas
Aunque más atípica que nunca, esta Navidad no debemos perder la ilusión ni las ganas de disfrutar de ella, eso sí, las grandes comilonas deberían evitarse para que ni la salud, ni la báscula, las reflejen.
Largas mesas repletas de dulces, eternas sobremesas en las que sigues picoteando hasta no poder más, las copas, los licores, esos alimentos rebosantes de calorías y la época que nos está tocando vivir con la pandemia, van a hacer difícil que consigamos salir airosos de todas estas tentaciones, sin embargo, querer es poder y, si tu meta es cuidarte, siguiendo estos consejos lo lograrás:
- Si aún no lo haces, empieza a comer saludable y equilibrado (debería ser tu plan de vida siempre). Si eres un poco desastre en este aspecto, al menos una semana antes de las celebraciones procura que tu dieta sea excelente para que tu cuerpo soporte mejor lo que se le viene encima.
- Planifica las comidas con antelación, no improvises, acabarías comiendo más de la cuenta. Tampoco lo hagas con hambre, el menú podría ser mucho más abundante y calórico si lo elaboras con el estómago vacío.
- A la compra hay que ir con una lista hecha en casa para no adquirir productos “no recomendables”. Compra lo justo, sobre todo calcula los dulces que necesitas para evitar seguir comiéndolos después de las fiestas. En cuanto a la cantidad de alimentos, debes apostar por servir raciones moderadas para quedar saciado, pero no lleno.
- Mantén unos horarios regulares de comidas y realiza 5 ingestas, incluso los días señalados, así evitarás llegar con mucha hambre a la mesa. Saltarse el desayuno o la cena es un error, sólo conseguirás comer el doble en la celebración.
- Modera las bebidas alcohólicas, aportan calorías en exceso que terminan convirtiéndose en grasa corporal.
- Cocina saludable dando protagonismo al horno y a la plancha. Para que no haya tentaciones en la mesa, elimina la parte grasa visible de las carnes antes de servirlas y no abuses de los aliños de aceite, pero mucho menos de las salsas.
- Los entrantes son un peligro, empezamos a comerlos sin parar y luego seguimos con los platos fuertes, lo que se traduce en una bomba calórica. Si los aligeramos, o disminuimos cantidades, nos quitamos muchas calorías sin apenas esfuerzo. Los caldos y consomés son una buena y nutritiva opción.
- Da preferencia a los pescados y mariscos en los platos principales, son menos grasos y calóricos que las carnes grasas.
- Los menús deberían acompañarse siempre de verduras, es una buena forma de aumentar la cantidad de fibra haciendo que nos saciemos antes y no terminemos abusando de otros alimentos menos digestivos.
- Los dulces no son el postre, éste debería ser siempre la fruta o, en su defecto, un café o una infusión y el turrón navideño el acompañamiento, no un plato principal.
- Los días previos y los posteriores a los señalados, también deben planificarse con antelación para no “tirar de sobras”, si no hacer comidas y cenas más ligeras y saludables, nada contundentes.
- Quedarse sentado después de la comilona, o echarse la siesta, es lo que apetece, sin embargo, es lo peor que se puede hacer, así que, levántate y sal un rato a pasear. El resto de días deberías moverte un poco más. Una buena caminata diaria a paso ligero es un plan excelente para mover las piernas y cuidar el corazón.
Dra. Blanca Rodríguez Ayala. Médico y asesora nutricional
@blanca4615
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