Cultura y entretenimiento

Spaghetti Western y Miguel Bosé

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El Nuevo canal de Paramount de pago, SkyShowtime, acaba de estrenarse en España y, a parte de un gran catálogo que se puede encontrar en su web, nos trae la docuserie, como hay que decir ahora, de Miguel Bosé.
Manuel Vega

No lo he visto porque no me he dado de alta, pero ha dado la casualidad que he tropezado con  un Spaghetti Western de 1977, ‘California’, en el que tiene un papel bastante destacado pero que dura una media hora del metraje.

Este film italiano, protagonizado por Giulano Gemma, actor importante en aquellos años en su país, fue una de las últimas películas del oeste europeas. Está ambientada en los meses siguientes a la guerra de secesión americana y Miguel es un joven sudista ( de nombre Willy) que conoce a un camarada suyo, Michael Random (Giulano Gemma), y ambos emprenden un camino de vuelta a casa y en este camino Willy es linchado por un grupo rival.

Y así acaba el recorrido de Miguel Bosé por el Spaguetti Western. Ahra, eso sí, en una película en la que todos los actores llevan gorro o gorras militares, él siempre lleva su bella cabellera al viento, faltaría más.

La 2 de TVE ha tenido, para mí, la buena idea de tener un espaxio todas las mañanas a las películas del oeste. Cada seis o siete serie B y Spagheti sorprende con una obra de arte o casi que merecen la pena. La mayoría se han pasado en aquellos cines, inovidables por otra parte, de sesión continua y dos películas por sesión. Una serie B, o C, como queráis, siempre acompañaba a una que se daba por primera vez después de los cines de la Gran Vía y los demás de estreno.

Estas del oeste a las que nos referimos eran poco consideradas por los críticos y. para satisfacción de muchos, últimamente están siendo reivindicadas y reconocidas sus bandas sonoras (Ennio Morricone) como las mejores de la historia del cine. Quentin Tarantino ha sido uno de los reivindicadores (considera a Sergio Leone uno de sus maestros) al que, naturalmente, nadie se atreve a llevar la contraria. Todos, incluído él, ven en ‘Kill Bill’, por ejemplo, y también Robert Rodríguez, su mejor discípulo.

Y cuando estoy escribiendo esto no he podido impedir que me vengan a la cabeza aquellos tiempos en los que nadie admitía “las novelas del oeste” pero que todos leían. Eran conocidas por los más “intelectuales” como “novelas de quiosco” y existían locales donde se podían cambiar una vez leídas por unas pocas pesetas. ¡Cuántas películas han nacido de estas novelas!

¿Hay alguien que no haya oído hablar de Marcial Lafuente Estefanía? En los años de nuestra posguerra muchos buenos escritores, incluso poetas y periodistas se ganaban el pan escribiendo “novelas del oeste”, todos con seudónimo y casi todas las novelas editadas por Bruguera. Cuando iba a entrar en la Universidad tuve la suerte de ser invitado a algunas de las tertulias en el Café Gijón y el Lyon en donde conocí a algunos de ellos y mi admiración fue, y sigue siendo, extraordinaria.

Pero no puedo terminar este artículo sin decir algo más sobre Lafuente Estefanía, el Rey. Escribió miles de “novelas de vaqueros” desde los años cuarenta y venderlos por millones y tiene también una historia de militancia política, ayuda humanitaria y cárcel en la no vamos a entrar ahora.

Su padre fue el periodista, abogado y escritor conservador –miembro de la Real Academia Hispanoamericana de Ciencias y Artes– Federico Lafuente López-Elías. El joven Antonio estudió ingeniería y viajó por Estados Unidos entre 1928 y 1931, lo que le valdrá luego para ambientar sus célebres novelas.

Hoy, su nombre sigue siendo recordado por muchas generaciones de españoles que viajaban al norte del Río Bravo a través de  las pantallas de los cines de barrio y las páginas de aquellas historias de quiosco que empezaron en un rollo de papel higiénico de la cárcel de Porlier. Comenzó escribiendo con seudónimos y también se atrevió (no tuvo más remedio) con la novela rosa firmando, como es normal, con nombres de mujer.

¿Y qué tiene que ver todo esto con Miguel Bosé? Muy poco como hemos podido leer al principio pero la casualidad me ha llevado al Spagheti Western t de ahí a las “novelas del oeste”. Mi deseo es que algunos disfruten con este texto,  otros puedan recordar tiempos pasados y algunos se acerquen a los “Western”, ya sean europeos o americanos. Hay verdaderas obras de arte.