Opinión

Reducir el dolor

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Por 1989 comenzaron mis “andanzas” políticas cuando fui elegido representante de los alumnos y alumnas en el Consejo Escolar del Colegio Juan XXIII de Alcobendas, tenía 12 años.
Eduardo Andradas

También fui el delegado de clase durante dos cursos pero no situaría mi activismo político en esas fechas y si con 15 años al comenzar a leer a Karl Marx, al economista Paul Sweezy y a los filósofos Jean-Jacques Rousseau, François-Marie Arouet “Voltaire”, Søren Kierkegaard o Empédocles. Esas lecturas me descubrieron el mundo, el intangible, el que reflexiona, divaga e interpreta, para cambiar todo y modificar lo caduco. Luego me pasé rápido a la belleza de la poesía  y desde Omar Jayam, Antonio Machado, Alfonsina Storni, Federico García Lorca, Pierre Louÿs o Alejandra Pizarnik, me dieron la idea de buscar lo bonito, entender la tristeza o poner un verso a la vida.

Por ello soy un ateo, que admira a cristianos como Thomas Müntzer, Ernesto Cardenal o al padre José María Llanos. Un corazón de izquierdas que considera de los suyos aunque sean liberales a  Miguel Maura, Pórtela Valladares o Rafael Calvo Serer, porque me ata a ellos la defensa de la democracia. Soy un heavy de Scorpions, Doro Pesch, Kaos Urbano, Leño, de los Tahúres Zurdos de Aurora Beltrán, pero un enchufado en vena de los Beatles y pongo el oído a Joan Manuel Serrat, Luis Eduardo Aute con Rosa León cantando a la vez mejor. Me gusta el sonido del violín y del piano, me calma, me hace soñar  y como no el de las olas del mar.

Llevo más de dos años escribiendo, rellenando párrafos, líneas y espacios en esta revista de La Mirada Norte, para muchos soy un desconocido que se cuela en sus ojos, alguno me considera ajeno a leerme por prejuicios ideológicos, otras y otros ya me conocéis, más quizás por ser concejal de Podemos, que como persona, por ello hoy decidí abrir la puerta de mi habitación interior y mostraros mis estanterías y algunos retales de mi ser, de mi alma. Uno o una es también los libros que aprieta en sus manos, la música que coloca en sus auriculares, los filósofos o filósofas que analiza en su mente o lo que suspira al escribir un texto o una moción para el pleno.

Para Plutarco, la filosofía debe formar parte de la educación de la persona que desea participar de la vida política. Para Aristóteles el mejor que aspire a gobernar debe ser el “Que presta ayuda pronta” a los demás y es modesto y honrado con la gente.  Es lo mínimo que el pueblo debería exigir a quien les representa en el ejercicio del gobierno de las instituciones. Hoy quise escribir de mí, de mi yo existencial, pero lo hice para demostrar que tal vez no sea tan distinto a quien me lee. Solo un ser humano, en la búsqueda de la felicidad y como manifestaba Epicuro, reduzcamos el dolor no solo del alma, sino también de la sociedad, es la mejor acción política que se debería hacer.

Como cantaría la guitarra de Silvio Rodríguez: “La era está pariendo un corazón, no puede más, se muere de dolor y  hay que acudir corriendo, pues se cae el porvenir. En cualquier selva del mundo, en cualquier calle…”Salvemos ese corazón, que se llama mundo”.

Eduardo Andradas, Concejal y portavoz de Podemos en Alcobendas