Marcial Lafuente Estefanía, “el Rey de las novelas del oeste”, sigue vivo, ahora se llama Paco
Es, sin duda, el autor que más títulos ha publicado en la historia de, al menos, nuestra literatura. Decir que son más de 6.000 es más fácil decirlo que asumirlo. Hoy todavía se venden en nuestros quioscos y fue calificado en su momento como el mejor escritor de novelas del oeste.
Manuel Vega
La casualidad hizo que conociera a Francisco (Paco) Lafuente, nieto del “Rey”, y mi fascinación sobre el género, me acercó a él, esperando saber más de ese mito llamado Marcial Lafuente Estefanía.
-Me comentas que seguís escribiendo y editando novelas todavía con el nombre de tu abuelo…
-Bueno, no es exactamente así. Si es cierto que seguimos editando y distribuyendo novelas de Marcial Lafuente Estefanía, pero ya hemos dejado de escribir con su nombre. Lo que hacemos ahora es reeditar lo que ya se publicó hace muchos años.
-He leído que empezó tu tío Federico y luego tu padre y escribían novelas al mismo tiempo que tu abuelo.
– Es verdad, pero el primero que empezó fue mi padre (Francisco) y todos firmaban con el nombre de mi abuelo. En aquella época se pagaba por obra entregada a la editorial Bruguera, apretaba mucho, y entre los tres hacían más entregas al mes que si escribía sólo mi abuelo.
-Y tú has seguido la misma idea porque también escribes ¿no?
– No, ya no. Lo hice hasta hace unos años, pero llegué a la conclusión que era más rentable reeditar las novelas escritas durante tantos años y, ja, ja, menos trabajoso. Piensa que tenemos más de 6.000 títulos y es lo que estamos haciendo ahora. Yo y mi mujer, Patricia. Recuerdo a mi padre levantándose a las seis de la mañana y no dejar la máquina de escribir hasta las 10 de la noche. A él y a mi tío Federico también y, créeme, eso no es vida.
-El relato de la vida de tu abuelo puede ser fantástico para una novela y con más páginas de las que él escribía.
-Y para más de un libro. Si yo te contara…
– Es lo que deseo. Cuéntame cosas sobre el “Rey”.
– Lo primero que te quiero contar, porque ya no importa, es que no se si mi abuelo se llamaba realmente Marcial Lafuente Estefanía.
– ¿Cómo?
– Yo sí sé que me llamo Francisco Lafuente Camafreita, pero lo que sí que siempre me pareció curioso es que mi abuela se llamara María Luisa y él comenzó firmando M.L. Estefanía y todavía no había empezado a hacer novelas del oeste.
– Pero era Ingeniero, vivió en EE UU unos años y del conocimiento del país nació su amor y dedicación a la literatura del oeste.
– Ja, ja, ja… perdona que me ría, pero sí, eso es lo que se ha escrito hasta en la reseña del Espasa, pero yo ignoro si era ingeniero, si estuvo en América… Mi abuelo, y toda mi familia, son muy esquivos y mucho más exagerados para la vida desconocida de él, para su pasado. Sí sé que él tenía un gran mapa de Estados Unidos, que sí se comentaba que utilizó para escribir mejor sobre las andanzas de sus personajes.
– ¿Y nunca has tenido curiosidad por saberlo todo?
– Al principio, cuando era muy joven, sí, pero fue imposible. No he llegado a saber más que lo que te cuento ahora. Lo que yo sé que él tuvo la posibilidad de cambiarse el nombre y su vida anterior y yo no he recibido ninguna información sobre todo esto que te comento y ya te digo que mi familia, y te repito la palabra, siempre ha sido muy esquiva sobre esto.
– ¿Cuántos años estuvisteis editando con Bruguera?
– No he echado la cuenta, pero mi abuelo empezó, creo, un par de años antes de 1950 y lo dejamos en el año 2000. O sea, más o menos, 50 años. Lo que sí sé es que fue la Editorial la que contrató a mi abuelo. El comenzó a publicar en una pequeña editorial de Vigo, Cíes, en los primeros años de la postguerra.
– Coincidió en Bruguera entonces con Corín Tellado, la “Reina” de las novelas de amor…
– Sí. Él, CorínTellado y Francisco Ibañez, con ‘Mortadelo y Filemón’ en el TBO, fueron los que hicieron de Bruguera una editorial potentísima, la que más facturaba en aquellos años en los quioscos.
– ¿Cuántos ejemplares vendía tu abuelo entonces?
– Nunca se sabrá. En los, digamos, primeros 20 años, Bruguera no pagaba por ejemplares vendidos. Pagaba por título una cantidad y ya está. No fue hasta que se empezó a controlar las ventas, las devoluciones y esas cosas. Por cierto, las devoluciones se vendían a México y a EE UU principalmente.
– ¿Lo sigues haciendo ahora?
– Si, sí, pero sólo a México y a Puerto Rico. Nuestro cliente en Estados Unidos quebró en 2008, con la crisis, para nosotros desapareció y ya no lo hemos recuperado ese mercado que sí, era muy importante. Tal vez el que más vendía. Sus habitantes de origen hispano devoraban las novelas de Marcial Lafuente Estefanía.
– ¿Cuáles son las ventas hoy de las novelas de tu abuelo?
– Sobre 8.000 en España, pero editamos 20.000 de varios títulos mensuales y, como te dije, toda la devolución se va al otro lado del Atlántico.
– Esto parece que puede ser eterno, pero ¿hasta cuándo tendremos en los quioscos a Marcial Lafuente Estefanía?
– Pues hasta que me jubile, que me quedan 10 años. Luego pego el cerrojazo y se acabó.
Este encuentro con Paco Lafuente dio para mucho más, pero todo tiene límite y dejaremos estas líneas como una cordial conversación y con un par de confidencias desconocidas, al menos para mi.