Opinión

Las burbujas del poder

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Una de las principales problemáticas que rodean a los políticos que nos gobiernan son las denominadas burbujas, que consisten en pequeñas zonas de confort donde una falsa realidad paralela les consume y reconforta.
Juan Ussía

La verdad es que son pequeños globos hinchados que se desinflan a una enorme velocidad, pero que resumen de una manera bastante precisa las causas de la enorme lejanía que separan a cualquier político de los ciudadanos en los tiempos que corren.

En estas atmosferas irreales se cumplen siempre varios paradigmas de actuación. El primero y más significativo es que solo suelen entrar en las mismas personas aduladoras del gobernante, da igual en que administración este, y da igual lo que pase a su alrededor porque su jefe, es decir, el político, siempre tiene que oír palmas en sus oídos. Aquí no solo caben los manidos asesores o personal de confianza, pagado con nuestros impuestos, sino que entran lobbys interesados de cualquier tipo y condición. La máxima es siempre la misma y lo más importante es que jamás de los jamases se admita un error. La culpa es siempre de otro y es tónica común que cualquier crítica al venerado líder de turno acabe en una descalificación al criticante, al que en el mundo político llaman el contrario.

Con el tiempo estas burbujas que rodean a nuestros políticos se han ido agrandando de una manera escándalosa y lo que es peor, generalmente de personas sin espíritu critico alguno y con poco conocimiento de las diferentes realidades que nos rodean. Les voy a poner un ejemplo.

Este mes de octubre se ha terminado el culebrón político que ha estado meses ocupando la vida del Ayuntamiento de Alcobendas. Ciudadanos ha conseguido que su pretendido candidato sea investido como alcalde y lo ha hecho después de meses de incertidumbre. En el último momento, el PSOE llegó a un acuerdo con el concejal de Podemos para que votará al candidato de Ciudadanos. Este pacto permitió que se convocara la sesión de investidura extraordinaria y que Aitor Retolaza fuera elegido alcalde. Es verdad que el antiguo número uno del partido naranja en Alcobendas, ahora también en Leganés como asesor in pectore, votó a favor del ahora alcalde y le salían los números. Pero también lo es que, sin el acuerdo del PSOE, socio mayoritario de los cuatro concejales de Ciudadanos en Alcobendas, con Podemos no habría existido la votación. Sucede algo similar en el Congreso de los Diputados. El PSOE dice que no pacta con Bildu, pero si lo hace Podemos, su socio. En España todos entendemos que cuando dos son socios es un mismo Gobierno y que Sánchez también pacta con el partido de los asesinos etarras.

Lo curioso de Alcobendas es que la primera declaración de Aitor Retolaza como alcalde del municipio es que su partido no había pactado con Podemos ¿ De verdad se lo cree?

Soy de los que piensa que la política municipal no debería tener mucho que ver con la política nacional, y que en los Ayuntamientos son más importantes las personas que conforman los partidos políticos. Todo esto no quita que los políticos deberían salir de estas burbujas que les impide llamar a las cosas por su nombre, tal y como son.