Cultura y entretenimiento

‘La rastra’, de Joy Williams, un jeroglífico fascinante sobre el apocalipsis ecológico

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Con rabia y con un sarcasmo que solo dice verdades, Joy Williams (Massachusetts, 1944) ha escrito la que sea, tal vez, la fábula más bella y despiadada, más dura y compasiva sobre el fin de la vida en la Tierra.
Manuel Vega

Con un ritmo narrativo y con una habilidad magistral para crear voces sensatas y delirantes, con una gracia mordaz para hacer de los diálogos piezas irreverentes de humor cruel, y convencida de que el humano se ha convertido en un ser explotador y en un artilugio de muerte, la autora despliega una escritura imbatible para narrar qué ocurre cuando el planeta se ha convertido en un lugar inhabitable y sin embargo la vida de algún modo continúa.

Su protagonista, Khristen, es una adolescente abandonada a su suerte; su madre, primero borracha y después adicta al té, salta de grupo en grupo de autoayuda y nuevas fes, en busca de un sentido a su presencia en la Tierra.

Obsesionada con la idea de que su hija de bebé murió y volvió a nacer, y que conoce secretos que serán fundamentales para salvar el planeta, la lleva a una escuela de altas capacidades y desaparece. La institución escolar quiebra y tras sus años de encierro sale a buscar a la madre. Una niña que se enfrenta sola a los parajes de muerte y que no tiene más don que el de observar la barbarie atónita y sin entender.

Y ahí empieza de verdad esta historia: una road movie donde la esperanza es una idea inconcebible y la belleza insólita de la naturaleza está, como la madre, perdida para siempre.

Y el destino la lleva hasta Lola, una mujer que lidera un ejército de ancianos cancerosos terminales dispuestos a inmolarse en nombre de la vida; sus objetivos son científicos y farmacéuticas, asesinos de primates, oligarcas del agro, la Marina y los poetas.

Para ocultar el asilo, Lola regenta un motel sucio y derruido donde residen parias y marginados que no tienen donde ir y observan con indolencia cómo las cosas se pudren irremediablemente.

Allí también está Jeffrey, un niño de diez años que vive obsesionado con la justicia ecológica y los delitos medioambientales, un niño a quien su madre, otra borracha más derrengada y sin fe, le riñe cuando se aflige por un par de peces muertos.

Y precisamente, ahí reside la clave de este cuento: la brutal escisión entre humanos y naturaleza, el expolio sin medida de los recursos terrestres, la muerte de la conciencia de la vida de los otros, la arrogancia de los hombres, la urgente necesidad de un cambio de paradigma.

Resumen

“En un futuro próximo marcado por un desastre medioambiental, en el que la sociedad rechaza todo lo que procede de la naturaleza, Khristen, una adolescente, emprende la búsqueda de su madre hasta el resort de lujo donde fue vista por última vez. La acompaña un niño de diez años que ha conocido en el colegio para jóvenes prodigios en el que su madre la internó, convencida de que su hija era especial y que está destinada a algo grande.

Tras un viaje por una América desamparada, fascinante y extraña a la vez, convertida en un paraíso perdido, llegan al resort, ocupado ahora por un grupo de marginados sociales, enfermos al borde de la muerte y ancianos que, organizados a modo de resistencia, están dispuestos a todo, incluso al uso de la violencia y a sacrificar sus propias vidas, para restaurar los valores del antiguo mundo”.

Biografía (Wikipedia)

Joy Williams nació en Chelmsford, Massachusetts.1​ Recibió un BA en el Marietta College (Ohio) y un máster en Bellas Artes por la Universidad de Iowa. Ha enseñado escritura creativa en las universidades de HoustonFlorida, Iowa y Arizona.2​ Durante el año académico 2008-2009, fue escritora residente en la Universidad de Wyoming y continuó después como profesora afiliada del departamento de inglés. Vive habitualmente en Tucson, Arizona, y ocasionalmente en Florida, donde reside su hija.3​ Williams estuvo casada durante treinta y cuatro años con L. Rust Hills,4​ editor de ficción de Esquire, hasta su fallecimiento el 12 de agosto de 2008.5

Joy Williams es autora de cuatro novelas. La primera, State of Grace (1973), fue nominada para el Premio Nacional del Libro de Ficción, que finalmente ganó ese año Thomas Pynchon con El arcoíris de la gravedad.3​ Su novela más reciente, The Quick and the Dead (2000), fue finalista del Premio Pulitzer de Ficción. Su primera colección de cuentos fue Taking Care, publicada en 1982. Una segunda colección, Escapes, siguió en 1990. Una colección de ensayos de 2001, Ill Nature: Rants and Reflections on Humanity and Other Animals, fue finalista del Premio del Círculo Nacional de Críticos de Libros. Honored Guest, una colección de cuentos, fue publicada en 2004 y en 2008, su segunda novela, The Changeling, fue reeditada con ocasión del treinta aniversario de su primera edición, con una introducción del novelista estadounidense Rick Moody.6​ También se reeditó en 2018 para celebrar los 40 años de su publicación original.7

Sus historias y ensayos son frecuentemente antologizados, y ha recibido muchos premios y honores, incluyendo el Harold and Mildred Strauss Living Award de la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras y el Premio Rea.