La Fusión Nuclear se ha conseguido después de décadas, ¿la disfrutaremos?

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Los mortales que entendemos poco o nada de los avances científicos nos acabamos de enterar que la búsqueda de la Fusión Nuclear comenzó en los años 50 del pasado siglo y, según nos informan ahora, tendremos que esperar unos 50 años para que pueda ser útil a la humanidad.
LMN

Vamos a tratar de aportar algo más a nuestro conocimiento tomando informaciones que hemos buscado, primero para entenderlo nosotros y después para tratar de transmitirlo lo mejor posible, este inmenso paso de la Ciencia en la búsqueda de la energía más limpia y barata que podamos imaginar.

Antes de nada, apuntar que esto ha sido posible gracias al apoyo del Gobierno de EE UU que ha invertido 3.500 millones de dólares de dinero público. Desde luego, después de leer este texto algo más sabremos.

La Fusión Nuclear es el mismo proceso por el que el Sol y otras estrellas producen energía. Básicamente consiste en la fusión de los núcleos de átomos de elementos ligeros. En el caso del Sol –y del experimento del LLNL–, átomos de hidrógeno o de sus isótopos: deuterio y tritio.

La radiación solar que nos llega a la Tierra en forma de luz y calor proviene de ese proceso de fusión nuclear. En el caso del Sol, esa fusión de núcleos de átomos de hidrógeno los convierte en helio. La masa del helio es inferior a la de los átomos de hidrógeno por lo que, siguiendo la famosa ecuación de Einstein que muestra la equivalencia entre la masa y la energía (E=mc²), esa masa de hidrógeno que resulta de su fusión en helio se transforma en energía.

Hasta ahora, y desde hace décadas, inducir la fusión nuclear en la Tierra requería unas condiciones físicas que consumían más energía que la que esa reacción producía. Los especialistas consultados por los medios en los últimos días coinciden en valorar el hito, pero advierten de que todavía queda mucho recorrido hasta que la energía de fusión nuclear pueda usarse de manera controlada y suministrar electricidad a la red.

A diferencia de los combustibles fósiles, la fusión nuclear no genera gases de efecto invernadero; tampoco produce residuos radiactivos. Hasta la fecha, y frente a la fusión de núcleos, la única energía nuclear viable se basa en el proceso opuesto: la fisión de núcleos (la palabra fisión es de la misma familia que fisura).

La energía de fisión se logra dividiendo el núcleo de átomos de elementos pesados, como el uranio y el plutonio. Es una fuente de energía sucia –porque genera residuos radiactivos dañinos para la vida– y peligrosa –porque se produce en plantas atómicas sujetas a accidentes, como los de Chernóbil o Fukushima–, aunque no emita gases de efecto invernadero (como el CO2) en su obtención.

Fusión mediante láser

Para conseguir que los núcleos de hidrógeno se fundan es necesaria una elevada cantidad de energía que los aproxime tanto que los convierta en plasma (una especie de gas cargado eléctricamente). En el caso del logro confirmado hoy, los investigadores han calentado los átomos impactando el haz de uno de los mayores láseres del mundo sobre las partículas de los isótopos de hidrógeno: esto provoca su implosión en forma de plasma, haciéndolas más densas, con lo que se provoca la fusión. De ahí que este proceso, en el que las altas temperaturas juegan un papel esencial, se denomine también fusión termonuclear.

La fusión nuclear es el mismo proceso por el que el Sol y otras estrellas producen energía. Básicamente consiste en la fusión de los núcleos de átomos de elementos ligeros. En el caso del Sol –y del experimento del LLNL–, átomos de hidrógeno o de sus isótopos: deuterio y tritio.

La radiación solar que nos llega a la Tierra en forma de luz y calor proviene de ese proceso de fusión nuclear. En el caso del Sol, esa fusión de núcleos de átomos de hidrógeno los convierte en helio. La masa del helio es inferior a la de los átomos de hidrógeno por lo que, siguiendo la famosa ecuación de Einstein que muestra la equivalencia entre la masa y la energía (E=mc²), esa masa de hidrógeno que resulta de su fusión en helio se transforma en energía.

Hasta ahora, y desde hace décadas, inducir la fusión nuclear en la Tierra requería unas condiciones físicas que consumían más energía que la que esa reacción producía. Los especialistas consultados por los medios en los últimos días coinciden en valorar el hito, pero advierten de que todavía queda mucho recorrido hasta que la energía de fusión nuclear pueda usarse de manera controlada y suministrar electricidad a la red.

A diferencia de los combustibles fósiles, la fusión nuclear no genera gases de efecto invernadero; tampoco produce residuos radiactivos. Hasta la fecha, y frente a la fusión de núcleos, la única energía nuclear viable se basa en el proceso opuesto: la fisión de núcleos (la palabra fisión es de la misma familia que fisura).

La energía de fisión se logra dividiendo el núcleo de átomos de elementos pesados, como el uranio y el plutonio. Es una fuente de energía sucia –porque genera residuos radiactivos dañinos para la vida– y peligrosa –porque se produce en plantas atómicas sujetas a accidentes, como los de Chernóbil o Fukushima–, aunque no emita gases de efecto invernadero (como el CO2) en su obtención.