Opinión

Historia de un periodista leal o de su Mirada Norte

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Hace un año que Juan Ussía me contó que lanzaba al mercado una nueva revista, “su revista”, a la que iba a llamar “La Mirada Norte”. “¿Por qué “La Mirada”?” Le pregunté. “Porque es mi sueño”, me contestó. Hoy aquel sueño es una revista sólida, atractiva, cargada de contenidos, con un buen diseño, con calidad y, lo más importante, pensada para gustar a una audiencia que quiere mirar otras cosas o, sencillamente, mirar de otra manera. 

Tambab

Así que no cabe empezar de otra forma que dando las gracias al que durante más de doce años fue un periodista con el que trataba desde el departamento de comunicación que yo dirigía y al que hoy presento como “mi editor”, al verle en el café Lemon Life del Holmes Place en la Avenida de Bruselas de Alcobendas. Juan Ussía, editor de La Mirada Norte, mi editor… ¡lo has logrado! Feliz primer aniversario y a por 20 años más.

Dicen en la película “Los Idus de Marzo” que un comunicador de gabinete de prensa o de comunicación no puede ser amigo de un periodista. En la película, Stephen Meyers, jefe de prensa de la campaña del gobernados demócrata Mike Morris, descubre que su supuesta amistad con la periodista del Times, Ida Horowitz, en realidad nunca existió. Su supuesta “amistad” no era otra cosa que un interés mutuo: el uno de contar con una aliada en los medios; la periodista, de conseguir exclusivas. Por una de ellas declara abiertamente que nunca fueron amigos y se produce la traición. La traición no la enseñan en la carrera de Periodismo ni en la de Políticas; debería ser asignatura obligatoria.  

Juan Ussía rompió conmigo esa teoría de que no se pueden tener amigos en la prensa. Si la lealtad a la persona va por delante, entonces sí; porque es ahí cuando se logra. En los dos perores momentos de mi carrera profesional, no solo tuve un amigo, sino que tuve un amigo periodista que decidió no publicar: 1) para no hacer más daño y 2) para mostrar que cuando uno no cree que algo haya pasado, no hay que difundirlo ni en formato suposición. Quiero pensar que yo soy para él amiga y consejera; a veces su paz, a veces su guerra.

La lealtad es una palabra muy utilizada en la política, pero muy poco practicada. Dice mi querida Real Academia de la Lengua que “leal” es aquella persona “que guarda a alguien o a algo la debida fidelidad; fidedigno, verídico y fiel en el desempeño de un oficio o cargo”. Así es Juan Ussía, mi editor. Leal a su oficio al que adora y honra; un comunicador nato, con sus erratas, sus inseguridades, sus fallos que practica siempre con la humildad de reconocerlos y la ambición de superarlos. Es un informador; nada le gusta más que saber y contar, aunque eso le lleve a meterse en líos y recibir amenazas.

Es tan leal a su trabajo que guarda en su móvil mensajes de un aspirante al trono de una Gran Ciudad del Norte de Madrid, en los que éste – tan llevado por la ira como es habitual en él – no se da cuenta del tipo de mensajes que está dejando por escrito. O a lo mejor es que sabe a quién escribe. Juan es leal como el cura en la confesión; como el perro guardián. Y ya se sabe, un periodista vale más por lo que guarda, que por lo que cuenta.  

Muchas felicidades Juan. De casta te viene el señorío. Tu padre te mira orgulloso, no solo por “La Mirada Norte”, sino por tu forma inocente y curiosa de mirar el mundo y de creer en las personas a las que quieres. Que nada ni nadie – ni siquiera el éxito de tu revista – te quite esa forma de mirar y de ser leal. MUY FELIZ PRIMER ANIVERSARIO.