Cultura y entretenimiento

Britney Spears: su desgarrador documental 13 años bajo la tutela de su padre

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Millones de personas aplaudiendo, gritando y coreando el nombre de Britney en uno de sus conciertos. La reina del pop subida al escenario, gira su rostro sonrientePrimeros planos de su sonrisa. Cuando parece que la música va a empezar a sonar y ella iluminará con sus melodías y su voz todo el escenario, la imagen se corta y la vemos a ella, muy jovencita, quizás con 13 o 14 años, en esas cintas de vídeo que los padres grababan en aquel entonces.
BettyGS

Así son los primeros segundos del documental Britney vs. Spears que Netflix estrenó hace unas semanas, dirigido por Erin Lee Carr. En él se intenta arrojar luz sobre los 13 años de presión y de injusticias que la cantante ha tenido que vivir bajo la tutela de su padre y el control de su equipo.

La reina

Britney Spears, con tan solo 16 años, causó sensación y no fue un éxito puntual. Entre 1998 y el 2003 vendió más de 73 millones de discos en todo el mundo.  En aquel momento ella tenía el control sobre toda su música, su imagen y estaba implicada en cada uno de los procesos. 

En el año 2004 era una de las artistas con más discos vendidos de toda su generación, la gente quería seguir escuchándola y viéndola actuar pero algo ocurrió: dejó de hacer música.

En ese intervalo se casó con uno de sus bailarines, tuvo dos hijos y posteriormente le pidió el divorcio, cuando parecía que iba a recuperar la confianza y se iba a volver a subir a los escenarios llegó el año 2007 con relaciones fallidas, somníferos, ansiedad, soledad y, sobre todo, la complicación en su divorcio.

El documental va armando un puzle con todas las personas y todas las situaciones que han llevado a la reina del pop hasta el momento actual.

El comienzo de la caída

Poco a poco, los medios de comunicación fueron contaminando también su vida: ya no hablaban de su música, hablaban de su forma de vivir.

En medio de toda la vorágine de caos y problemas emocionales que sucedieron en el año 2007 en la vida de la artista, pudo grabar un disco: Blackout y vendió millones de copias. Es más, es considerado uno de sus mejores álbumes pero, eso sí, fue el presagio de una etapa más oscura para ella.

La presión de los paparazzis aumentó y era constante y agresiva. Fue entonces cuando llegó enero del 2008: los policías y los bomberos acuden a su casa porque estaba encerrada en una habitación con sus hijos, no quería entregárselos a su ex pareja. Esto hizo que le quitaran la custodia de ambos, lo que le hizo ingresar en un hospital psiquiátrico, momento en el que su padre se hizo con su custodia legal y pasó a decidir y a controlar su vida por completo.

Decenas de vídeos la muestran a ella hablando con sinceridad y tristeza por no poder decidir absolutamente nada sobre su vida, se la oye sin alas, sin movimiento: estaba completamente atrapada. Frente a eso otra decena de vídeos de su padre hablando tan tranquilamente de cómo ahora, bajo su tutela, la observa bien. 

Lo intentó todo

A partir de ahí fueron interminables las veces en las que ella intentó librarse de la tutela de su padre. Cuando por fin un juez la dejó hablar y ella explicó cuáles eran sus deseos y sus necesidades, le denegaron la solicitud.

Con el paso del tiempo nació un apoyo inmenso a la artista con el hashtag  #FreeBritney y el pasado 7 de septiembre su padre renunció a su tutela. Los abusos que se enseñan en el documental Britney vs. Spears muestran que Jamie Spears es tóxico para el bienestar de Britney y que ella merece ser libre, así lo detalló el abogado de la artista.

En los últimos tiempos, la cantante ññegço a acusar a su madre, Lynne Spears, de ser cómplice e instigadora de la tutela legal ejercida por su padre, Jamie Spears. Algo que ha borrado en las redes. ¿Podrá vivir ya tranquila, con sus derechos a salvo?

Los 13 de años de silencio y de injusticias han terminado. Esperamos que esto suponga el renacer de la verdadera princesa del pop.