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Abre al tráfico el viaducto que une la M-607 con el Paseo de la Castellana

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La reforma del Nudo Norte avanza y su primer tramo finaliza con la apertura del viaducto que una la Carretera de Colmenar (M-607) con el Paseo de la Castellana, uno de los principales puntos de embotellamiento de vehículos en la zona.

Desde esta noche se elimina el trenzado de vías que se producía a la altura del Hospital Universitario Ramón y Cajal y la M-30 desde Avenida de la Ilustración con aquellos coches que se incorporaban al Nudo Norte en dirección al Paseo de la Castellana, la M-11 o la propia M-30. Ahora con la aparición del viaducto ese flujo será directo desde la M-607.

Desde el consistorio de la capital consideran que esta obra reducirá los atascos al conseguir una circulación más fluida de los vehículos procedentes de zonas muy pobladas como Tres Cantos, Montecarmelo, Mirasierra o Herrera Oria. Según los cálculos del Área de Medio Ambiente y Movilidad, el número de coches que se desplazarán por la nueva estructura es de unos 20.000 vehículos.

A pesar de esta reforma, según han informado desde el ayuntamiento de Madrid, no tienen que modificar su ruta los conductores que circulen por la M-30 desde Avenida de la Ilustración hacia el Paseo de la Castellana. La salida actual cercana al Hospital de La Paz se seguirá manteniendo como está ahora en uso.

Las siguientes fases de la reforma del Nudo Norte para descongestionar el tráfico de la zona consistirán en eliminar precisamente los trenzados restantes y sustituirlos por tres pasos inferiores.

Con esta nueva estructura se tratará también de reducir la contaminación lumínica y acústica que sufren los vecinos de la zona. El Ayuntamiento de la capital ha instalado un sistema de iluminación integrado en el propio viaducto que servirá de guía a los vehículos y permitirá eliminar con el final de las actuaciones los báculos actuales.