¿Notas que pierdes más pelo en otoño?
La caída del cabello con el cambio estacional, en realidad es simplemente un proceso de renovación capilar que se produce durante todo el año, pero que se ve intensificado en esta época debido a la variación solar, al cambio de temperatura, y al estrés que supone la vuelta a la rutina tras las ansiadas vacaciones de verano.
Cierto es que crea mucha preocupación, pero lo habitual es que sea una etapa temporal, reversible, y que se normaliza una vez se ha adaptado el organismo a todos estos cambios. Aunque suele afectar más a la mujer, el hombre no está exento de que le ocurra.
Una vez producida la caída, lo lógico es que el pelo vuelva a recuperarse trascurridos 3 ó 4 meses, con o sin ayuda externa. Sin embargo, no está de más que sigas las siguientes pautas para ayudar a tu pelo en este proceso de “recuperación”. En caso de no notar mejoría, o que la alopecia sea muy evidente, la consulta con el dermatólogo es aconsejable por si la causa no fuera solo “otoñal”.
Toma nota:
- Controla el estrés: No sólo afecta a nivel mental, también el folículo piloso sufre y altera su correcto funcionamiento.
- Minimiza el uso de herramientas de calor: secadores, planchas, tenacillas, rizadores… al contactar directamente con el pelo lo van dañando progresivamente. Utiliza siempre protectores térmicos y vigila que la temperatura, tanto de estos utensilios como del agua con la que lo lavas, sea moderada.
- Tintes, permanentes y alisados, pueden debilitar el cabello, evítalos o bien retrasa su aplicación todo lo que puedas.
- No fumes: Fumar disminuye el flujo sanguíneo, también a nivel capilar, lo que propicia la caída.
- Masajea el cuero cabelludo, así favorecerás la circulación de la sangre en la zona, y con ello el crecimiento del pelo.
- Bebe agua: Mantenerse bien hidratado es fundamental para el correcto funcionamiento del cuerpo, pero también lo es para disfrutar de una piel y un cabello saludables.
- Aliméntate correctamente: El pelo también se ve afectado por el tipo de comida que consumimos de forma habitual. Espinacas, aguacates, carnes magras (pollo, pavo, conejo), zanahorias, boniatos o batatas, pescado azul (salmón, atún, boquerón, caballa, sardina…), AOVE (aceite de oliva virgen extra), frutos secos (nueces, anacardos, avellanas, almendras, pistachos…), semillas (Chía, lino, sésamo…), cítricos (limón, naranja, pomelo, lima…), huevos, leche y sus derivados (yogur, queso, kéfir…), y legumbres, son alimentos Top para tu melena. Además, en otoño, podemos beneficiarnos de los alimentos típicos de esta estación, como los hongos de temporada (setas, níscalos, champiñones…). Son una gran fuente de proteínas y vitaminas A, del complejo B, C y D, además nos aportan hierro, calcio, fósforo, yodo, magnesio, selenio, potasio, y zinc, lo que las convierte en un producto excelente para la salud en general, pero también para el crecimiento y la formación celular, lo que se traduce en un cabello fuerte y bonito.