ActualidadDeporte y vida sana

Puesta a punto tras las vacaciones

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Después de un verano de desconexión, diversión y relax, la vuelta a la rutina puede resultar dura, tanto para los niños como para los adultos. Los excesos estivales no sólo resienten el cuerpo, también la mente debe volver a su estado habitual para poder reincorporarse a las tareas habituales.

Aunque el llamado “Síndrome post vacacional”, no se considera una enfermedad como tal, si genera algunos problemas en quien lo sufre que interfieren en su calidad de vida hasta que se adaptan a la “vuelta a la normalidad”. Pueden ser muy diversos y variados, pero los más comunes incluyen sensación de debilidad, cansancio, insomnio, somnolencia diurna, dificultad para la concentración, cambios de humor, falta de motivación para las relaciones sociales, para llevar a cabo el trabajo y sentimiento de tristeza inexplicable.

En definitiva, un sinfín de efectos negativos que pueden evitarse, o al menos minimizarse hasta que desaparecen, sólo con seguir unas sencillas pautas diarias:

  1. Procura que tu vuelta sea progresiva. Si es posible, incorpórate al trabajo a mitad de semana, no un lunes.
  2. Prioriza tareas, no dejes que el trabajo acumulado (mientras has estado fuera), pueda contigo. Organiza la agenda según importancia, es imposible resolver todos los temas en un mismo día, y el simple hecho de intentarlo sólo te creará ansiedad.
  3. Muévete todo lo que puedas, retoma o inicia el ejercicio físico poco a poco. Al menos dedícale 1 hora, 2-3 días a la semana, y luego ve incrementando ese tiempo. ¿Sabes que haciendo deporte por la mañana es más fácil adquirir el hábito?
  4. Vigila lo que comes. No improvises, planifica para no caer en tentaciones. No vayas a comprar sin haber realizado previamente una lista. Lo ideal es que elabores los menús de la semana con anterioridad, así comerás más sano y ahorrarás tiempo. Puedes dedicarte a cocinar 1 solo día de la semana y congelar los platos para poder ir sacándolos según los necesites.
  5. Duerme. Procura acostarte y levantarte siempre a la misma hora, sin variar en exceso los días festivos. Ve adelantando la hora de irte a dormir y la de levantarte poco a poco, dando tiempo a que tu cuerpo lo asimile mejor. Una cena ligera te ayudará a conciliar el sueño (no te acuestes sin probar bocado). Recuerda que alimentos como el salmón fresco, las cerezas, la leche, las almendras, los huevos o el pollo, favorecen el descanso. No utilices las pantallas luminosas antes de acostarte, afectará tu capacidad para dormir (la luz azul suprime la producción de melatonina, una hormona imprescindible para regular el sueño).
  6. Busca una motivación. Puede ser un buen momento para empezar nuevos retos que te gusten, ej. Aprender idiomas, apuntarte a baile, dar clases de pintura… lo que sea con tal de mantener ocupada e ilusionada la mente.
  7. Intenta pensar en positivo, ten visión de futuro, planea lo que te gustaría hacer en tus próximas vacaciones. Es normal que tengas sentimientos encontrados, pero piensa que, antes o después, pasarán.

Doctora Blanca Rodríguez Ayala