Opinión

Moción de censura: la única solución para que todos tomemos postura

Compartir
Los indultos concedidos por el Gobierno a los independentistas condenados están creando un clima muy perjudicial en nuestro país. El ejemplo más antipático y escandaloso se produce en el Congreso entre los diputados de las diferentes ideologías.
Manuel Vega
Manuel Vega

En todas las legislaturas ha habido enfrentamientos más o menos duros, pero sólo en contadas veces no se ha llegado a consensos que, cómo es normal, nunca ninguno conseguía todo lo que pretendía. Los acuerdos son así. Si una de las partes consigue todo lo que pone sobre la mesa es que el acuerdo no es bueno y no durará mucho.

Este enfrentamiento cotidiano que estamos viviendo está llevando a algunos partidos a hablar a los parlamentarios presentes como si lo hicieran en un mitin rodeados de sus seguidores. Luego, cuando escuchan las opiniones de sus cercanos por el contenido de su “speech”, o arenga si lo quieren en español, se arrepienten, pero ya tiene muy mala solución dado que los medios de comunicación lo transmiten al momento y ya se queda en la “maldita hemeroteca”.

Le pasó a Ayuso cuando metió por el medio al Rey. Intentó rectificar después de ser llamada a capítulo, pero lo hizo tarde y mal. Siguió delante de “aquella manera” y se colocó, de nuevo, por encima de Casado. Pero este es otro tema que no quiero quemar ahora.

El propio Casado se enredó el miércoles con la Guerra Civil. Dio la impresión que ni él mismo se enteró de lo que decía o se hizo tal lío que entró en un terreno que dudamos que le convenga.

La frase fue: “La Guerra Civil enfrentó a quienes querían la democracia sin ley y quienes querían la ley sin democracia”. Un momento que yo considero equivocado y fuera de lugar y tiempo y que ya no le abandonará nunca. Muchos son los que se preguntaron inmediatamente a que ley se refería y los que se lo van preguntar de ahora en adelante.

¿Qué me gustaría a mí y, presumo, a muchos otros? Que hiciera caso a Vox y apoyara una moción de censura. Es cierto que este tipo de cosas no sólo no asustan a Abascal y a los suyos, si no que les hace más fuertes. No tienen ningún miedo a elevar el tono. Ni siquiera a pedir que vayan los tanques a Cataluña y encerrar en campos de concentración a todos los catalanes que apoyen la independencia. No tienen ningún complejo y comprueban que la política ultra cada vez les da más votos.

Pero ¿qué puede poner como solución para Cataluña el PP? De momento no ha hecho ninguna propuesta. Sus votantes sólo saben que está en contra de los indultos y que va a pelear porque los tribunales los echen abajo. ¿Y si los jueces no lo hacen? ¿Calificará a la Justicia como contraria a la Constitución?

Por eso lo mejor es una moción de censura. En ella los líderes se postulan para ocupar el lugar del actual Presidente y ponen sobre la mesa un programa de gobierno para que sea votado por los parlamentarios. Si consigue la mayoría de apoyos tomará el relevo del actual Presidente.

Pero dos cosas impiden que esta propuesta: nunca conseguirían esa mayoría, que es a lo que se agarra el PP, y no tienen ninguna solución para Cataluña.

Apoyar una moción de censura es querer tener las cosas claras. ¿Los indultos son negativos? ¿Qué otras cosas se pueden hacer para solucionar el problema catalán? ¿Nos vamos a pasar los dos próximos años, hasta que haya elecciones, con la misma cantinela?

Aspiro, por salud mental, a que este tema vaya menguando en intensidad y que se apague el odio indisimulado que existe entre los diferentes grupos políticos y que no se traslade a la sociedad, algo que ya está ocurriendo.