Deporte y vida sana

La importancia del “coco”

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Mucha gente se extraña cuando les digo que en mi clínica de fisioterapia cuento con una psicóloga. “Pero una psicóloga ¿por qué?” “¿Qué tiene que ver la psicología con la fisioterapia?”
Jesús Serrano Lázaro

Son dos de las preguntas más frecuentes que escucho al respecto. Pues es que tiene mucho que ver. Ya no solo por la famosa cita latina de las Sátiras de Juvenal: “Mens sano in corpore sano” sino porque muchas veces los fisioterapeutas debemos escuchar muchos problemas “de cabeza” de nuestros pacientes y casi siempre está fuera de nuestras responsabilidades profesionales.

Arranco contándoos el caso de Enrique. Enrique fue un paciente que acudió a mi consulta hace unos años. Comercial de profesión que se pasaba casi todo el día en el coche visitando a clientes repartidos por toda la geografía española. Presentaba fuertes dolores en los muslos que no remitían con nada desde hace meses. Le habían hecho todo tipo de pruebas y le habían tratado muchos médicos y “fisios”. Todo sin resultado alguno… Ya en la entrevista noté que algún problema psicológico tenía: balbuceaba, sudores, nerviosismo… ¡Tristón! Casi se le saltaban las lágrimas después de alguna frase. Estaba el pobre Enrique muy “tocado”. La duda siempre es si está “tocado” porque tiene dolor o si el dolor le ha aparecido porque esta “tocado”. La entrevista fue larga porque suelen ser pacientes que te cuentan con pelos y señales sus múltiples problemas y nos toca escuchar, comprender y animar durante gran parte de la sesión.

Mi conclusión, tras toda la entrevista inicial, es que debería ir al psicólogo. Son minutos intentando hacer ver al paciente que todo ese malestar que siente probablemente esté provocado por su desequilibrio psíquico. El estrés, agobio, ansiedad dispara el cortisol (hormona del estrés) y esta sustancia provoca un sinfín de síntomas de lo más variado: dolor de cabeza, temblores, nauseas, vómitos, dolores en general, ceguera, etc. Enrique accedió y cogió cita con uno de mis psicólogos de confianza.

Dos semanas después acudió de nuevo Enrique a mi consulta a contarme que sus dolores se habían reducido un 80% tras la primera sesión con el psicólogo. Tuvo una segunda que también le había mejorado algo más. Aun tenía ligerísimas molestias pero la sintomatología y sobretodo el aspecto de Enrique era otro. Estaba feliz y mucho más tranquilo. Debería seguir con psicoterapia algunos meses más pero ya con citas más espaciadas. ¡Todo un acierto el tratamiento!

Problemas de ansiedad, estrés, depresión, insomnio, falta de concentración, trastornos de la alimentación, “coaching” deportivo… son algunos de los problemas que solucionamos en Improve con la psicóloga. Muchas veces se lo transmito a mis pacientes que yo creo que lo necesitan. Pocas veces los pacientes entienden y aceptan su problema. Y aun menos son los que cogen cita con ella. Aun cuesta ver al psicólogo como un profesional sanitario común. A mi parecer debería ser similar en cercanía al médico de cabecera. Al igual que acudimos a éste para que nos evalúe una garganta, deberíamos asistir al psicólogo con un problema puntual de estrés o ansiedad. Con naturalidad. No pasa nada. Todos somos humanos y nuestro “coco” necesita mimos. ¡Palabra de fisio!

Jesús Serrano/ Fisioterapeuta.

Clínica Improve El Estudiante