Deporte y vida sana

Jorge Martin, campeón del mundo de MotoGP 2024: en la Plaza de Sanse cientos de seguidores vibraron con su título

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El piloto de San Sebastián de los Reyes, de 26 años, cumple el sueño de su vida y se convierte en el quinto español en subir al trono de la categoría reina.

Jorge Martín Almoguera (San Sebastián de los Reyes, Madrid, 26 años) es por fin campeón del mundo de MotoGP. Sin pasar grandes apuros, con una tercera plaza en el GP Solidario de Barcelona este domingo, el piloto español remató la faena y culminó su mejor temporada y mucho más que eso: el sueño de toda una vida dedicada a las dos ruedas.

 El suyo y el de toda una familia. Allí estaban sus padres, Ángel y Susana, en primera línea, emocionados ante la consecución del título que justifica todo el sufrimiento, tanto el económico como el físico. También su hermano, Javier, y su pareja, María, inseparables dentro y fuera de los circuitos. Hasta la abuela Julia, todos juntos celebrando por todo lo alto.

Martín solventó con entereza la carrera más tensa de su vida, cruzando a más de tres segundos de su gran rival por el título y ganador de la prueba. El español salió fuerte y decidido, colocándose a la estela de Bagnaia en la primera curva después de partir cuarto. Marc Márquez se vio más fuerte todavía y le metió la moto en la segunda vuelta, a final de recta. El madrileño le dejó pasar sin meterse en líos innecesarios. De allí en adelante, pudo rodar solo y sin sentir la presión acuciante de otros rivales. Su amigo Aleix Espargaró, en su despedida, luchó a cuchillo con Enea Bastianini y Álex Márquez por la cuarta plaza y ejerció de guardaespaldas del flamante campeón hasta la bandera a cuadros.

Martín es el quinto español que levanta la corona de la categoría reina en 75 años de historia del Mundial de motociclismo, semanas después de haberse cumplido el cuarto de siglo del alirón pionero de Alex Crivillé en 1999. El madrileño se une así a un exclusivo club que incluye también a Jorge Lorenzo, Marc Márquez y Joan Mir, cosechando el undécimo título hispano en las últimas 15 campañas, una auténtica barbaridad en un terreno yermo no hace tanto, cuando él apenas había nacido.

32 podios de 39 posibles esta campaña constatan que ha sido el piloto más regular, a pesar de haber cosechado tan solo tres victorias el domingo. Aunque Bagnaia subió su apuesta los sábados, Martín ha seguido dominando un formato sprint hecho a su medida. La clave del título reside, probablemente, en las caídas: sólo ha sumado tres ceros en todo el curso, por los ocho roscos del rival, más falible que nunca. La presión a la que le ha sometido Martinator habrá influido lo suyo.

Con el software actualizado, Martín ha culminado con serenidad un 2024 que recordará para toda la vida. No solo se ha transformado para ser la mejor versión de sí mismo dentro de la pista, sino que fuera de la misma ha desplegado una madurez inusitada y la personalidad afable que todos conocían de puertas adentro. Más risueño y relajado a nivel público, alejado de aquel sufridor que veía fantasmas y enemigos por todo el paddock, Jorge ha dejado atrás el estereotipo de modelo arrogante donde le encasillaban muchos.

«Suena increíble, no sé qué decir, estoy en shock, esto va dedicado a mi familia, a mi gente, ha sido una carrera muy emotiva, en las últimas vueltas no podía ni pilotar, estaba llorando, esto va dedicado a los fans y a la gente de Valencia”.

«Poco que añadir, ha sido una carrera muy larga, muchos altibajos, momentos duros, solo puedo dedicárselo a la gente que me han apoyado desde el primer día, a todos los equipos que me han dado la oportunidad, me da por llorar, por reír, es un día bonito, estoy en shock no tengo muchas palabras».

«No he tenido un camino fácil hasta llegar aquí, todos sabemos de dónde vengo, mis padres han luchado mucho para que yo pudiera cumplir mi sueño, que era ser campeón de MotoGP, lo hemos conseguido, no ha sido fácil, pero eso me ha hecho más fuerte y seguramente no estaría aquí de haberlo tenido más fácil, me hubiera rendido antes. Espero que me quede mucho por delante, quiero disfrutar este título, en 2018 (el de Moto3) ya quería que llegara el día siguiente, pero ahora ya lo hemos conseguido, es el sueño de mi vida, podría parar mañana que ya lo habría conseguido, sería la persona más feliz del mundo. Pero queda mucho, hay Martinator para rato, hemos añadido una estrella más a mi dorsal, que era muy importante».