Movilidad

Jaguar Land Rover invierte en un futuro de automóviles conectados y electrificados

Jaguar Land Rover da un paso más hacia una nueva era de electrificación y conectividad con la apertura de unas instalaciones de pruebas eléctricas y de interferencias de radio para la próxima generación de vehículos.
G. Pico Pérez

El laboratorio de compatibilidad electromagnética (EMC) de Gaydon (Reino Unido) garantiza que los próximos vehículos cumplirán la legislación actual y futura, así como los estándares de calidad de conectividad y electrónica. El nuevo Range Rover Sport, que salió al mercado en mayo, fue el primer vehículo que presentó un programa de pruebas a medida en nuestras instalaciones.

La compatibilidad electromagnética, que resulta vital para el rendimiento del vehículo, permite que los sistemas y equipos eléctricos funcionen correctamente en su entorno electromagnético. Limita la recepción, propagación y generación involuntaria de energía electromagnética para reducir el riesgo de efectos indeseados, como la interferencia electromagnética.

El nuevo laboratorio de Jaguar Land Rover incluye dos cámaras anecoicas, una pista de funcionamiento eléctricamente silenciosa que permite a los ingenieros probar vehículos a altas velocidades, además de equipos para evaluar el rendimiento de componentes individuales, como baterías o motores eléctricos. 

En las instalaciones se probará la compatibilidad electromagnética de funciones y servicios del vehículo como Bluetooth, GPS, WiFi, 4G, 5G, control de crucero adaptativo, carga inalámbrica y control de ángulo muerto.

Peter Phillips, Senior Manager de Electromagnetics and Compliance de Jaguar Land Rover, declaró: «No podemos subestimar la importancia de las pruebas de compatibilidad electromagnética de nuestros vehículos. La apertura de estas nuevas instalaciones de pruebas es un gran paso adelante para la compañía y será crucial a la hora de ofrecer la máxima calidad, cumplir los requisitos legales y satisfacer las necesidades de los clientes».

Los avances del sector que permiten aumentar el número de motores eléctricos y la amplia gama de servicios digitales y basados ​​en la nube que incorporan los vehículos (desde actualizaciones por software inalámbrico hasta tecnología autónoma) hacen imprescindibles las pruebas de compatibilidad electromagnética para optimizar la calidad, cumplir la legislación y lograr la satisfacción de los clientes. 

Las nuevas instalaciones demuestran que Jaguar Land Rover se compromete a ofrecer a sus clientes la conectividad más avanzada en sus vehículos mientras la compañía acelera el ritmo de la electrificación con su estrategia Reimagine.