ActualidadDeporte y vida sana

¿Hernia? No es problema…

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Pues no. No lo es… O al menos no lo es en la mayoría de los casos. El descubrimiento de una hernia en una resonancia magnética solo nos indica que hay un segmento vertebral inestable.

La columna es como una tienda de campaña en la que los vientos (cuerdas) tiran en distintas direcciones para mantenerla estable. En cuanto uno falla, toda la estructura se tambalea. Tensas los vientos, y la tienda de campaña vuelve a estar “sana”.

Hace unos años apareció en mi consulta el bueno de Juan. Bombero de 30 años herniado y a punto de pedir la incapacidad total. Imaginaros las exigencias de estos profesionales. No pueden permitirse ir a rastras por la vida. Tras una breve exploración de la columna y de las pruebas aportadas le dije que nos íbamos directamente a entrenar. Estiré una pequeña esterilla y empezamos a hacer distintos ejercicios. Él me miraba alucinado pensando que lo iba a matar. Yo creo que se llegó a plantear incluso en que comisaría iba a presentar la denuncia por malos tratos… ¡Su cara era un poema! Pero obedeció, hizo los ejercicios, aprendió y no ha dejado de entrenar desde entonces. Es el paciente más constante que conozco y su espalda creo que jamás le volverá a fallar. Ha “escayolado” su columna con masa muscular. Las hernias, ¿seguirán? No tengo ni idea. A él tampoco le importa. Está totalmente recuperado e incluso ha ascendido en la cadena de mandos…

Un disco intervertebral está compuesto por un anillo fibroso y un núcleo que fundamentalmente es agua. En resonancia magnética podemos observar distintos grados de lesión discal: desde una pequeña deshidratación del disco hasta una hernia de tamaño considerable cuyo núcleo afecta gravemente a uno de los nervios cercanos. En mi opinión, solo requieren cirugía los casos graves en los que la afectación neurológica es severa: pérdida ostensible de fuerza acompañada de mucho dolor. En los casos leves y moderados, mi experiencia clínica es que el ejercicio físico terapéutico es la herramienta de primera elección.

El entrenamiento específico de espalda se asemeja muchísimo al que debería hacer cualquier principiante de entrenamiento de fuerza: respiración, movilidad, estabilidad, carga… ¡Si si, carga! Un paciente herniado, si quiere recuperarse del todo, debe ser capaz de mover con facilidad distintos pesos de diversas maneras. O ¿es que te crees que en la vida diaria no hay que mover pesos? Las fuerzas que convergen en la columna en el día a día son importantes. Por eso debemos aprender a mover cosas pesadas y que nuestra columna sepa gestionar dichas cargas.

Trabajamos tumbados boca abajo, boca arriba y de lado… En cuadrupedia, de rodillas y de pie… Con las dos piernas apoyadas y con una… Estáticos, con saltos e incluso en superficies inestables… Todo vale para hacer que nuestros músculos estabilizadores se activen. ¡Hay que espabilarlos!

Y de esta manera tan sencilla que se llama constancia, salen felices de nuestras manos muchos pacientes “herniados”. Recuperan su vida normal. Incluso una vida mejor: salen fuertes, sin dolor y con el hábito del ejercicio grabado a fuego para siempre. Porque no da igual hacer las cosas bien que no hacerlas. ¡Palabra de fisio!

Jesús Serrano

Clínica Improve/ Club deportivo El Estudiante