Cultura y entretenimiento

Galería de Espejos de Fernando Ortiz

Compartir
Aproveché el último mes del año para acercarme a la Librería Hiperión, o como afectuosamente la denomino, la “librería burguesa”. No porque habite escondida tímidamente a espaldas de El Retiro, la Puerta de Alcalá, y la Casa de América. Ser vecino del barrio de Salamanca no es un estado, sino una actitud, un modo de vida.
Pedro Robledo

De ahí probablemente que su horario sea tan restringido como de 10.00 a 18.00 horas y los viernes, de 10.00 a 13.00. Por supuesto, tanto los sábados como los domingos, Hiperión permanece totalmente cerrado. Y me parece bien. Tienen su público y se lo han ganado a base de calidad y constancia.

La cuestión es que me dejé caer por sus estantes sin ningún título en mente y acabé por rechazar las novedades para abrazar la tradición y los clásicos. En esta ocasión, fue Fernando Ortiz el que me hizo tilín desde su lomo naranja y una propuesta más que interesante: “Galería de Espejos”.

Editado por Ediciones Hiperión en 2007, “Galería de Espejos” es, en palabras del propio autor: un conjunto de “mis mejores y más personales poemas históricos. Y también de homenaje, donde dialogo con otros autores. He añadido también un libro inédito, `Último espejo´”.  Cien páginas de una edición e introducción a cargo de Antonio M. Sánchez, donde encontraremos poemas homenajeando a Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Gil de Biedma, Pavese, Cernuda, Bécquer, Unamuno

Se trata de esos poemarios en el que uno empieza a marcar los poemas que le van entusiasmando, y al rato descubre que es imposible soltar el lápiz. Además el poemario incluye unas notas muy interesantes sobre los diferentes poemas, enriqueciendo mucho la lectura.

El lector que se acerque podrá leer poemas como “In Memoriam”, dedicado a la memoria del poeta sevillano Alberto García Ulecia (fallecido en 2003):

“Alberto, amigo, cada hora que pasa / nos acercamos más. Como escribiste: / `El tiempo cuenta cuando cuenta muertos´”.

La manufactura de Fernando Ortiz es pura artesanía. Nos confiesa que toma prestado de Luis Cernuda la práctica ocasional de meter en sus propios poemas versos de otros poetas, como el propio Cernuda manifestaba a Gil de Biedma mediante carta. Un ejemplo maravilloso de esto lo tenemos en el poema “Aquí estoy”, en homenaje a Bécquer (concretamente en el verso octavo):

“Quise ser capitán de navío, / diplomático en traje de gala, / a las vírgenes selvas viajero, / cadador de leones en África./

Quise ser personaje. Y el tiempo / -que despoja de todas las máscaras- / me enseñó que dormía en la niebla / como el pájaro duerme en la rama./

Pues, en fin, ¿desperté? Aquí estoy, / en la noche a la luza de la lámpara, / con el humo de algún cigarrillo / y el lector que se asome a mis páginas.”

He disfrutado mucho estos días con “Galería de espejos” así que no puedo más que recomendar humildemente una visita a la Librería Hiperión para hacerse con este poemario de Fernando Ortiz, y de paso, regalar algo de poesía a nuestros seres queridos. Un buen poemario es para siempre, como el recuerdo de los versos hechos a fuerza de visitarlos una y otra vez. Regalar lectura, tiempo para uno mismo, repaso de sentimientos ajenos pero propios. Como dice el poeta: “lo sagrado está en lo cotidiano”.

Pedro Robledo

Instagram:  @probledo