El cerebro y la felicidad
Que seamos más o menos felices depende de la liberación de 4 sustancias químicas cerebrales.
En ocasiones sus niveles son tan bajos que nos sentimos decaídos y tristes. La buena noticia es que nosotros mismos podemos hacer que aumenten simplemente cambiando nuestro estilo de vida de forma sencilla.
- Endorfinas: contribuyen a aliviar el dolor, a calmar el miedo y a disminuir el estrés. Puedes conseguir unos valores altos si practicas deporte habitualmente, si te mantienes activo, y si ríes a carcajadas.
- Dopamina: responsable de la búsqueda del placer y de la recompensa. Para aumentarla tienes que dormir bien, lo ideal es alcanzar las 7 horas diarias, sin superar las 9, porque sabemos que no es bueno dormir poco, pero tampoco lo es hacerlo mucho. Ser positivo y celebrar los éxitos, también suma.
- Oxitocina: permite las relaciones sociales y fomenta la empatía. Las actividades grupales son fundamentales pero, sobre todo, es el contacto físico en forma de caricias y abrazos lo que más influye.
- Serotonina: nos aporta confianza, seguridad y autoestima. Para reforzarla basta con disfrutar de lo que nos rodea, aceptarnos como somos, ser agradecidos, visualizar momentos felices y recordar a personas que nos hagan sonreír sólo con pensar en ellas.
Opinión Doctora Blanca Rodríguez Ayala