Mundo Animal

Alcobendas comunidad Gatuna

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Desde hace 5000 años acompañan su zarpa a nuestras manos. Los egipcios les llamaban MAU, para los fenicios eran un marinero más en sus gaulos de velas curvas. Llegó a Roma como un plebeyo pero se comportaba como un patricio e hizo de las tejas su Senado. En el siglo XVIII se dispersó al otro lado de las columnas de hércules como un Mayflower peludo.
Eduardo Andradas

Los gatos primitivos españoles son más chulapos, ya vivían en Madrid desde hace diez millones de años. El Leptofelis , un abuelo añejo de nuestros gatos, pesaba unos 10 kilos y no de comer cocido y churros, porque era un cazador a lo Kraven de Marvel cómics.

En Alcobendas, en los setenta, entre la tinaja, las higueras, los  patios y las tejas, dormían la siesta encima de la música ye-ye y de la balada española, en ese poblachón manchego sesentero que pedía a gritos ser ciudad. Famosas son las colonias de los  barrios del milagro, De las de Fuente de la Reina o la de las calles Fermín Galán o de la Mina. Por la vía actual que da nombre la Virgen del Pilar, existe desde la época  de la chupa de cuero y el  heavy de los ochenta una comunidad  de gatos.

Siete vecinas cuidan, dan agua y pienso y esterilizan a esta familia callejera gatuna. Sus propios euros son invertidos en la salud de esos bigotes  de corte de Luis XIII de Francia.

Una colonia felina reduce el número de ratas, ratones e insectos. Su ronroneo sana nuestra alma, protege el latir a golpes de los corazones humanos, mejora la salud mental de sus observantes e inspiran sensaciones positivas.

José Luis Borges los vio como una pantera bajo la luna y más silenciosos que los espejos. Pablo Neruda, un tigre de salón y Gloria Fuertes les divisó regateando a las estrellas. Desde estos párrafos, solicito colaboración y apoyo con ese grupo de solidarias. Junto con el concejal de distrito hemos refrendado un punto de alimentación en la zona y necesita de nuestro cuidado, amor y ayuda.

Eduardo Andradas, Portavoz de Podemos en Alcobendas