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Al Pacino a la caza de los nazis en Hunters

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Por José Ignacio Vidal

El legendario actor es uno de los principales reclamos de “Hunters”, la nueva serie de Amazon Prime y que ya esta disponible

Sin duda que el legendario actor, que vive un momento fantástico tras su novena nominación al Oscar por “El Irlandés”, es un reclamo suficiente para que el público se siente a ver la serie, pero “Hunters” tiene muchos más argumentos que iremos desgranando más adelante.

El primer mérito de la serie, o de sus productores para ser más exactos, fue el de convencer a la estrella italoamericana para que se embarcase en una aventura nueva para él, una serie para una plataforma, aunque ya antes Pacino había trabajado para la televisión pero en formato de mini serie, como en “Angels in America” o “No conoces a Jack”.

El segundo punto inicial a favor de “Hunters” es el propio argumento. Porque si bien que un grupo se especialice en la caza de nazis en los años 70 puede ser atractivo, se corre también el riesgo de sufrir el rechazo del gran público sobre un tema que prefiere no volver a revivir.

El argumento, como hemos señalado anteriormente, se basa en un grupo de cazadores de nazis que vive en la ciudad de Nueva York en el año 1977 y que descubre que cientos de antiguos altos funcionarios nazis están conspirando para crear un cuarto Reich en los EEUU. Son encabezados por el millonario Meyer Offerman (Al Pacino), y estos justicieros buscan metódicamente a sus víctimas para imponerles dolorosos castigos.

El grupo emprende una sangrienta búsqueda para cazarlos y llevarlos ante la justicia. Este es el hilo conductor, pero Hunters contiene muchas más sorpresas dentro, como son sus toques de humor sobre un tema como el Holocausto y los ingeniosos diálogos.

La serie plantea también un interrogante muy interesante: si el hecho de enfrentarnos a los monstruos con sus propias armas nos convierte también a nosotros en monstruos.

“Hunters” ha sido un éxito de audiencia desde su estreno, y como todo éxito también ha tenido sus críticas, como la del Auschwitz Memorial, al considerarse “históricamente inexacta”. Sobre todo, en una de las escenas más duras y que más comentarios ha suscitado: la de los supuestos juegos macabros que se llevaban a cabo en los campos de concentración y que la serie muestra como una práctica común que llevaba el sadismo del nazismo a niveles de terrorífica crueldad.

En especial, y sin querer hacer spoilers, la más comentada es una escena en la que se sugiere que se utilizaba un juego de mesa para decidir la vida o la muerte de las víctimas.

El showrunner de la serie, David Weil, cuya abuela sobrevivió al Holocausto, respondió a las críticas explicando que no se trataba de una falta de respeto, ni tampoco falsear la realidad en beneficio de la ficción, sino una forma de expresar “simbólicamente” lo que ocurría en los campos de concentración. “No es documental. Y nunca se pretendió que lo fuera”.

Y es que Weil no está de acuerdo en que todos los dramas televisivos, literarios o cinematográficos sobre el Holocausto deben estar basados en hechos verificables.

Antes de seguir, decir que La Mirada les recomienda que simplemente disfruten de la serie, no busquen un documental que refleje objetivamente la realidad. Es ficción a partir de ciertos hechos históricos.

Tarantino, “presente”

Hay que destacar la notable “presencia” del director Quentin Tarantino en “Hunters”. Decimos esto porque la trama, la ambientación, las referencias pop, el tono autoconsciente, los diálogos malhablados y la violencia hiperbólica se nota influenciado por las películas del genial director.

Y no hay nada deshonroso en ello. En la ficción moderna todo el mundo, empezando por Tarantino, toma préstamos de los demás. Dentro de este toque “Tarantinesco”, hay que destacar el trabajo, y el acierto en el casting, del grupo de actores que interpretan los principales personajes, a excepción, y disculpen pero es así, del considerado protagonista: el adolescente que encarna Logan Lerman. Los demás, por supuesto con un genial y acertadísimo Al Pacino al frente, están muy inspirados, mención también para Saul Rubinek y Carol Kane, supliendo con sus trabajos algunos momentos en que vendría muy bien un mayor ritmo de la serie.

Con todos estos elementos, y contando con el contraste que se produce a menudo en la serie -pasar de una escena muy emotiva a reír en la siguiente- el resultado es una historia entretenida y bien ejecutada.