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¿Qué no puede faltar en tu botiquín de verano?

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Durante las vacaciones, ansiamos disfrutar y relajarnos… evadirnos de la rutina sin que nada lo estropee. Para ello, y principalmente si te marchas fuera de tu país, es imprescindible que viajes con todo lo necesario para solventar cualquier problema típico de la época estival, como las picaduras, el exceso de sol, las intoxicaciones digestivas, o las rozaduras del calzado.

Lo necesario en nuestro botiquín:

Repelente de insectos. Algunas personas tienen una dermis muy sensible, y la aplicación de estos productos puede provocarles irritación. Para evitarlo, utiliza el Spray directamente sobre la ropa (primero prueba en un trozo de tela oculto para asegurarte de que no deja mancha). En las zonas del cuerpo no cubiertas sí se debe aplicar el repelente, empezando por una superficie pequeña, y si no hay reacción, ampliando al resto.

Factor de protección solar. Se extiende antes que el repelente, y entre el uso de uno y otro deben transcurrir, al menos, 30 minutos. Los expertos recomiendan utilizar un factor de protección mínimo de 30, y en las pieles más blancas siempre de 50+. Para una buena protección, debe echarse media hora antes de la exposición al sol, y repetir cada dos horas, o antes si nos bañamos.

Pomada para las picaduras. En forma de crema o de roll on, en su composición suelen llevar hidrocortisona, calamina y mentol, con propiedades antiinflamatorias y analgésicas que alivian los síntomas.

Fármacos de venta libre para la acidez estomacal. Los horarios de comidas alterados, la falta de descanso, el abuso de tabaco, de alcohol, y de las comidas copiosas y grasas, pueden favorecer el reflujo gastroesofágico e incomodarnos después de comer.

Antidiarreicos. En esta época del año son frecuentes las infecciones gastrointestinales por el riesgo de comer productos contaminados, o por no haberse respetado las normas de conservación de los alimentos. Acompañados de una dieta blanda, nos harán sentir mejor.

-Gel de manos hidroalcohólico. Si no tenemos opción de lavarnos las manos con agua y jabón, su uso nos ayudará a prevenir la transmisión de muchos gérmenes.

Analgésicos y antipiréticos. De uso habitual, como el Paracetamol, en caso de necesidad ante la aparición de dolor y / o fiebre.

-Material de curas sencillo. Tiritas, gasas, suero fisiológico, desinfectantes como la clorhexidina o la povidona yodada, agua oxigenada… y no te olvides de las ampollas y rozaduras, llevando siempre contigo unos buenos apósitos.

-Antieméticos para prevenir los mareos. Si tienes facilidad para marearte durante los transportes de cualquier tipo (coche, barco, tren…), no dejes que los síntomas aparezcan, ya que luego es muy difícil controlarlos. Antes de iniciar el viaje, toma una cápsula, chicle o comprimido (los hay de venta libre y la presentación la eliges tú), y si te da sueño, opta por los compuestos que llevan cafeína.

-Aftersun. Después de tomar el sol, es necesario su uso para que la piel recupere su hidratación, le ayude a reparar el daño oxidativo, y disminuya la inflamación.

Doctora Blanca Rodriguez Ayala