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Mercado del alquiler de viviendas después del COVID-19

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La situación generada por la crisis sanitaria del coronavirus dibuja un escenario inmobiliario que, como en tantos otros sectores, se presenta incierto. El Director de Inversiones Inmobiliarias La Moraleja analiza el sector

El impacto económico inicial ha sido severo, al interrumpirse la actividad de golpe, pero los aprendizajes derivados de la crisis del 2008, el músculo financiero del sector, y la previsión de un repunte de la demanda en cuanto comencemos a recuperar la llamada “nueva” normalidad, hacen pensar en un escenario dinámico, y que seguirá siendo parte del peso fundamental de nuestra economía, y motor de recuperación.

Lo que ahora nos preocupa a inquilinos, propietarios y profesionales del sector es el tiempo que tardaremos en recuperar la actividad, cuestión, en mi opinión, clave para evaluar el impacto y cómo nos afectará en el medio plazo.

El primer paso a conseguir es ser capaces de sostener el orden económico. Garantizar los pagos de las rentas es una cadena necesaria para mantener el equilibrio y nos posicionará en una buena situación para arrancar la recuperación. En esa línea, el Real Decreto-ley 11/2020 de 1 de abril vertebró unas ayudas a los inquilinos vulnerables que, en la práctica, pasan por un acuerdo particular entre éstos y los propietarios. Si bien se distingue entre grandes propietarios (sector público, empresas y tenedores de más de 10 propiedades) y una inmensa mayoría de particulares, lo que se propone es un aplazamiento de las rentas de estos meses en los próximos años y moratorias parciales o rebajas en la renta.

Entiendo que, a estas alturas, cualquier lector en una situación económica complicada habrá hablado ya con su arrendador y habrá tratado de llegar a un pacto que, en cualquier caso, es optativo. La alternativa en caso de no ponerse de acuerdo es solicitar un microcrédito del ICO para aplazar el pago de las rentas hasta 6 años a interés 0%. El plazo para la solicitud vencía el 2 de mayo y se ha ampliado hasta el 30 de julio.

En el medio plazo, otra cuestión a abordar son los precios del alquiler, ya que estos son muy sensibles al paso del tiempo. Muchos propietarios dependen de los ingresos de las rentas para subsistir o pagar las hipotecas. Así, lo natural es que, para esta temporada, que en Alcobendas viene muy marcada por el calendario escolar, veamos bajadas de hasta el 10% en las rentas. Dependerá en cualquier caso de la capacidad de aguante de los propietarios y de los casos particulares uno a uno.

Hay otro efecto que veremos más adelante y que en la zona norte afectará de forma tangencial. Se trata de la conversión de los pisos turísticos en pisos de alquiler a largo plazo. Al haberse congelado la actividad turística, muchos propietarios e inversores se verán en la necesidad de optar por este cambio de modelo de negocio. Al aumentar la oferta en Madrid centro, veremos una relajación en los precios de las zonas residenciales.

Angel Maestre – Director Inversiones Inmobiliarias de La Moraleja