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Los importantes desafíos en la implantación de políticas medioambientales

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El cambio climático ocupa excelsos debates en los medios de comunicación y en las redes sociales. Pese a las controversias, lo que es innegable es que una gran parte de la sociedad demanda una mejora del medio ambiente del Planeta. 
Agustín Martín Torres

En estos años hemos visto desde la sociedad civil diferentes movimientos y múltiples campañas como las de eliminación de plásticos en nuestros mares y ríos; hemos conocido conceptos como Economía Circular; acuerdos para reducir las emisiones de gases contaminantes… También hemos visto nacer líderes del movimiento como la adolescente Greta Thumberg.

España no está al margen de este movimiento. La mayoría de los partidos políticos en las últimas elecciones abordaron el tema con distintas medidas y prácticamente el mismo objetivo. El Gobierno de España tiene como una de sus medidas estrella la aprobación de una ley para abordar estas demandas: la Ley de Transición Ecológica y Cambio Climático, una normativa que actualmente está en tramitación parlamentaria y que será aprobada presumiblemente antes del verano de este año 2021. Una ley que conllevará notables obligaciones para administraciones públicas, empresas y ciudadanos en materia medioambiental con el objetivo de luchar contra el cambio climático.

Muchas de las medidas que nos encontramos en el articulado no son originales, lo que se está haciendo es incorporar la normativa de la Unión Europea a la legislación del país y que tienen su origen en el Acuerdo de Paris; este pacto tiene como objetivo evitar que el incremento de la temperatura media global del planeta supere los 2ºC respecto a los niveles preindustriales y busca, además, promover esfuerzos adicionales que hagan posible que el calentamiento global no supere los 1,5ºC. Es el mayor acuerdo medioambiental internacional tras Kyoto. Actualmente son 195 los países firmantes del mismo entre los que están todos los Estados miembros que forman la Unión Europea. Este acuerdo es el que ha orientado desde esa fecha las diferentes políticas medioambientales que se han adoptado en el seno de la institución.

Objetivos del Acuerdo de París

¿Cuál es el gran objetivo que los países se han marcado tras este acuerdo? Alcanzar en el año 2050 la neutralidad de emisiones. Un objetivo que se conseguirá cuando se emita la misma cantidad de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera de la que se retira, es decir, cuando se logre un balance cero.

Durante los últimos años el acuerdo y sus objetivos han pasado por distintas dificultades. Quizá de la más importantes y sonadas fue la retirada en 2019 de EEUU, con el expresidente Donald Trump al mando de la decisión de retirar al país del Acuerdo de París. Es algo que ha rectificado el actual presidente Joe Biden nada más tomar posesión de su cargo como POTUS. Impacto notable ha sido también que un país como China, uno de los más contaminantes del mundo, se haya finalmente sumado a sus objetivos.

Las medidas que contiene la Ley de Transición Ecológica y Cambio Climático persigue estos objetivos, pero también está generando controvertidos debates sobre el impacto. Hay importantes discusiones sobre la afección al ámbito de la economía; los tiempos de aplicación, que pueden ser de imposible cumplimento y acarrear severas multas de diversos sectores estratégicos del país con las consiguientes repercusiones económicas negativas. Además, se ha suscitado un interesante contrapunto de opiniones respecto a las demandas de los diferentes actores que solicitan respetar una neutralidad tecnológica frente a un plan en el que los gobiernos, tanto estatales como de las instituciones europeas, apuestan claramente por la electrificación relegando a las demás soluciones y actores a un segundo plano. 

He huido siempre de los extremos y también en lo referente al ámbito de la protección del medio ambiente. Entre estos extremos nos encontramos a los que quieren romper el sistema capitalista como el único camino posible hacia un mundo respetuoso con el medio ambiente; y a quienes niegan la existencia del cambio climático y/o defienden una visión utilitarista de los recursos naturales del planeta que están a la entera disposición de las personas y a su desarrollo.

Mejorar las condiciones medioambientales de nuestro entorno, de nuestro planeta, es una obligación, pero debemos huir de «integrismos» y acordar medidas para su consecución que sean palancas de impulso en la creación e implantación de nuevos productos y servicios que dinamicen la economía, no que supongan una recesión para la misma. El objetivo es claro y clave; pero los caminos para conseguirlo son tan importantes como el objetivo en sí.

Agustín Martín/ Directivo de Empresa y ex concejal de Economía del Ayuntamiento de Alcobendas