Deporte y vida sana

La importancia de la pisada

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El pie es una obra de ingeniería increíble guardada en una “carcasa” la cual impide su correcto funcionamiento. 26 huesos, 33 articulaciones y más de 100 músculos, tendones y ligamentos. Gobernados por miles de nervios conectados a nuestro sistema nervioso central… ¡Metido dentro de un zapato!

Jesús Serrano, Fisioterapeuta

Y si, prácticamente el 100% de la población lo tiene funcionando al 20%. ¿Por qué? Porque culturalmente nos hemos ido dejando llevar por la moda, primando la estética por encima de la funcionalidad.

El pie está diseñado para trabajar descalzo. Son impresionantes la fotos de los pies de indígenas de la selva amazónica que jamás han usado un calzado. Son puro músculo y llamativamente más anchos. Cuanto más rígido y estrecho sea el calzado peor para nuestro pie. Por no hablar de la gran alteración biomecánica que provocan los zapatos de tacón… Incluso las zapatillas de deporte con su material flexible, absorbente de impactos, estabilizador, etc. provocan grandes alteraciones.

En la consulta de fisioterapia nos es de gran ayuda comenzar observando el pie en estático y en dinámico. Pies planos, pronadores, hipotónicos nos indican una serie de patologías intrínsecas además de otras disfunciones en rodillas, caderas e incluso en columna. Y del mismo modo unos pies cavos, supinadores con mucho tono nos indican otro tipo de alteraciones. Las durezas, la desviación de los dedos, los juanetes… Todo es de gran utilidad para llegar a un diagnóstico y afrontar su tratamiento…

Por todo esto, en Fisioterapia la Moraleja, cualquier patología del aparato locomotor, nos lleva a examinar casi en primera instancia la pisada. Además de fisioterapeutas especializados contamos con un laboratorio de análisis de la marcha con una podóloga experta en biomecánica al frente del mismo. Cualquier alteración de la pisada debe ser corregida en primera instancia por un trabajo muscular y postural adecuado. En patologías concretas será necesaria la colocación de unas plantillas y siempre buscamos que se lleven el menor tiempo posible ya que deben ser una ayuda para que el pie funcione mejor. Una vez corregido el problema se pueden retirar. La optimización muscular y biomecánica nos debe llevar a ello. Aun así hay casos en los que se deben utilizar de por vida.

Cada vez recomiendo más a mis pacientes funcionar con el pie desnudo todo lo que se pueda. En casa desde luego pero ya es muy frecuente entrenar descalzo en muchos gimnasios. Ejercitar el pie sobre distintas superficies, agarrar objetos o mover cada dedo de forma independiente deberían ser acciones frecuentemente entrenadas. Y para terrenos abrasivos o peligrosos ya tenemos una gran oferta de calzados llamados “minimalistas” que van a permitir muchísima libertad de movimientos: calzados anchos, planos y finos que nos protegen de pinchazos y rozaduras, pero no nos “anquilosan”.

Como resumen destacar la importancia de que vuestro fisioterapeuta os evalúe la pisada ante cualquier patología. Moveros más a menudo descalzo, ejercitad todos y cada uno de los músculos del pie. Y no os obsesionéis por el calzado más caro. Muchas veces la solución no está en unas buenas zapatillas sino en un buen análisis de la marcha y una buena corrección muscular y postural.

Jesús Serrano/ Clínica Fisioterapia La Moraleja

www.fisioterapialamoraleja.com

@jesus.serrano.fisio