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La Confianza, fundamento para la relación entre Familia y Escuela

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La situación actual de la educación en España ha puesto de manifiesto que la relación familia y escuela es más importante y necesaria que nunca.
Begoña Ladrón de Guevara

Entendemos que participar en la escuela supone un principio de corresponsabilidad que empieza por la implicación en la educación de los propios padres y madres para ir alcanzando mayores cuotas de presencia en el centro educativo y en el entorno.

Esta participación puede estar fundamentada en la búsqueda de control de la institución por no tener los datos necesarios, normalmente derivado de una falta de transparencia y de información directa que hace que las familias la busquen de manera indirecta y buscando intermediarios, no siendo el propio colegio el informador.

Si bien, si lo que estamos buscando es mejorar la educación, y sobre todo ejercer nuestro papel de primeros educadores acompañando a nuestros hijos en su etapa escolar debemos defender una participación fundamentada en la CONFIANZA que es lo que queremos impulsar. Esta participación basada en la confianza genera un clima positivo que facilita la implicación y la relación familia escuela tan importante para el óptimo desarrollo escolar de nuestros hijos.

También, cuando la participación de las familias esta basada en la Confianza, esta se da en un entorno de cordialidad, colaboración y comunicación fundamentales para el éxito en el proceso educativo de nuestros hijos.

El Consejo Escolar del Estado, en el estudio que realizó sobre la Participación de las familias en el año 2014, señaló que la participación de las familias impacta en el clima del centro y en la mejora de los resultados de los alumnos. Además, un buen clima escolar se relaciona con la estabilidad del profesorado y con el aumento del sentimiento de pertenencia de las familias respecto al centro.

La comunicación basada en la confianza entre familias y profesores es señal no solo de calidad, sino también de coherencia educativa. El diálogo entre ambos es fundamental si se quieren intervenciones educativas complementarias que apuesten por un mismo proyecto de persona, la familia y la escuela debemos ir siempre en la misma dirección, solo de este modo, los alumnos percibirán lo que es realmente importante en su vida. Por tanto, esta comunicación no puede limitarse a edades tempranas ni centrarse exclusivamente en transmitir información, tiene que haber intercambio, una autentica conversación entre la familia, los profesores y el centro

Teniendo en cuenta esto, tenemos que pensar como mejorar la comunicación y la interacción entre los padres y la institución educativas en todos los niveles de la enseñanza, afianzando los lazos de confianza y colaboración.

Es importante promover y desarrollar la formación continua de los padres con el fin de ayudarles a ejercer su papel educador en una sociedad en constante evolución, a ser más conscientes de sus responsabilidades y, también, para asegurar una mayor coherencia en los mensajes que se establecen entre la familia y la escuela.

Para que la comunicación pueda darse de una manera fluida y las familias puedan participar en la educación de sus hijos, tenemos que buscar soluciones para poder conciliar, es cierto que la pandemia ha ayudado a desarrolla mecanismo de comunicación que facilitan esta relación, por ejemplo, las reuniones de padres y tutorías han que convocarse en horarios que faciliten la asistencia y participación activa de las familias.

Todo esto, favorecerá el aumento de la Confianza de todos los agentes implicados mejorando así el sistema educativo a todos los niveles, pero sobre todo mejorando la educación de nuestros hijos e hijas que serán los principales beneficiados.

Begoña Ladrón de Guevara Pascual.

Doctora en Educación. Licenciada en Historia del Arte.

Presidenta de la Confederación de Asociaciones de Padres COFAPA

Profesora en la Universidad Villanueva en los Grados de Maestro de Educación Infantil y Maestro de Educación Primaria