Movilidad

Instalar un punto de carga de coches eléctricos en casa

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En España hay más de 35.000 puntos de recarga para vehículos eléctricos y su número aumenta de forma constante. Sin embargo, parece que nunca hay uno libre cerca cuando lo necesitamos.

La solución a todo esto pasa, por supuesto, por cargar el coche desde la comodidad de tu propia casa. El problema es que para ello no basta con enchufar el vehículo a la toma de corriente más cercana como si se tratara de un móvil.

Si tienes un coche eléctrico ya sabrás que un simple cable reforzado no genera la suficiente potencia como para cargar las baterías del vehículo y el proceso se demora una eternidad.

Para cargar un coche eléctrico de manera razonablemente rápida hace falta un punto de recarga específico que transforme la corriente normal de casa en una que permita cargar el coche de forma rápida y segura. ¿Dónde se consigue uno de estos cargadores? ¿Cuánto cuesta? ¿Hay que avisar a la compañía eléctrica? ¿Y si nuestro coche eléctrico está en un garaje comunitario? Esto es lo que he aprendido sobre el tema.

Lo primero de todo es averiguar qué documentos necesitamos para instalar un punto de carga para coches eléctricos. Si la casa y el garaje son nuestros, no necesitas ningún papel antes de llamar al instalador. La cosa cambia si vives en un apartamento con garaje comunitario. En este caso debes contar con una plaza de estacionamiento permanente, y remitir al presidente de la comunidad de vecinos una carta informando de tu intención de instalar un punto de carga en esa plaza.

Según lo expuesto en la Ley sobre propiedad horizontal, la comunidad de vecinos no puede negarse a que pongas tu cargador, pero debes remitir la carta 30 días antes del inicio de la instalación para que sea legal. La misma ley establece que el coste de la obra y del consumo eléctrico que genere corre a cargo de la persona que solicite la instalación.

Dicho de otra manera, un poco más grosera: no esperes que la comunidad te pague la luz. Otra cosa muy diferente es que varios vecinos queráis instalar una zona con puntos de carga para coches eléctricos. Ese proyecto ya entra dentro de la jurisdicción de la comunidad de propietarios y además suele requerir modificar la potencia eléctrica de todo el edificio.

La instalación de un punto de recarga no requiere que entregues a la comunidad de vecinos un proyecto técnico. Las únicas excepciones a esto es que tu plaza de garaje sea cerrada y requiera ventilación artificial, o la instalación del cargador aumente la potencia de la vivienda en más de un 50%. Este último supuesto es realmente raro.

Lo que sí es necesario que entregues a la Comunidad de Vecinos es el llamado comúnmente boletín eléctrico. Se trata de un documento que genera la propia empresa o electricista autorizado que va a instalar el cargador y certifica que la instalación eléctrica de tu hogar está en buenas condiciones y es apta para esa modificación. Normalmente, el instalador del punto de carga examina tu hogar en una primera visita y emite el CIE antes de seguir con la instalación. El precio del CIE varía según la empresa que lo expide, pero suele rondar los 100 o 150 euros.

Pero por si no lo habías pensado: instalar un punto de carga en tu hogar es algo que debe hacer un instalador autorizado. Normalmente, los propios concesionarios que venden vehículos eléctricos ofrecen ese servicio. Las compañías eléctricas también, y hay ya varias empresas en España dedicadas a instalar puntos de carga. Algunos electricistas también hacen ese trabajo, pero deben contar con los permisos adecuados para que la obra esté certificada y sea legal.

Si vives en un piso de alquiler con plaza de garaje o el piso es tuyo, pero la plaza está alquilada, necesitas un permiso por escrito del propietario para poder hacer la instalación. Si tu contrato de alquiler tiene normas específicas sobre este aspecto, esas normas prevalecen.

Ya tenemos todo el papeleo en regla, al menos el previo. El siguiente paso son los requisitos técnicos. Para instalar un punto de carga de coches eléctricos lo primero que necesitas es tener acceso al cuadro central o contador de tu hogar y que el suministro eléctrico esté a tu nombre. En los edificios con garaje comunitario, los contadores suelen estar en la planta baja o en la misma planta del estacionamiento. Esto, como leerás a continuación, es una ventaja porque la distancia es importante.

Si la plaza de estacionamiento es tuya, pero está en otro inmueble en el que no tienes contador eléctrico a tu nombre deberás solicitar la instalación de uno. La instalación de un contador nuevo es algo que corresponde a la compañía eléctrica y su precio ronda los 200 euros

Ya tienes localizado el contador de casa. Bien. Ahora toca echar mano a la cinta métrica y medir la distancia aproximada en que hay entre este y el lugar donde vas a instalar el punto de recarga. Es importante porque, el precio del cable para la instalación oscila entre los 15 y 20 euros por metro lineal. No es lo mismo tener el contador a 5 metros de tu plaza de garaje que a 50.

¿Cuánta potencia eléctrica hace falta? Normalmente con la potencia normal de un hogar basta, pero hay que tomar esta afirmación muy entre comillas. La razón es que, al igual que sucede con los móviles, cuanto menor es la potencia de un cargador para coche, más tarda en cargar completamente la batería de este.

Los cargadores inteligentes palían esto balanceando la carga para darle toda la potencia posible al cargador sin que sobrepase nunca la potencia contratada en el hogar. Esto significa que si lo dejamos cargando por la noche, cuando todas las luces están apagadas, cargará más rápido, pero si lo hacemos durante el día y con todo tipo de electrodomésticos activos al mismo tiempo tardará más porque la potencia del hogar estará más repartida.

Los cargadores más económicos son los monofásicos. Su potencia ronda entre los 3,6 y los 7,4 kilovatios. Cuestan alrededor de 500 euros sin contar la instalación. Por encima de estos están los puntos de recarga trifásicos, que parten de los 11kW y suben hasta los 22, 30, o incluso más kilovatios en sistemas de carga rápida. Los cargadores trifásicos son mucho más caros (entre 700 y 1.200 euros o más) y normalmente consumen mucho más.

Si instalas un cargador de este tipo, probablemente quieras revisar tu factura eléctrica con la compañía de turno para tratar de cambiar la tarifa a otra que incluya este tipo de uso con mejores condiciones. Por supuesto, la nota al pie de todo esto es que, antes de elegir un cargador determinado, debes asegurarte de que sea compatible con tu vehículo.

Es imposible dar una cifra exacta sobre el precio de poner un cargador para coches eléctricos en el hogar porque ese precio depende de muchas variables que van desde la distancia del estacionamiento al cuadro eléctrico, el tipo de cargador, la marca del vehículo, complicaciones en la instalación, o la potencia a la que funciona.

Por si esto no fuera suficiente, existen algunos extras que también van sumando. En caso de que tu cargador esté en un garaje comunitario, es probable que quieras algún sistema de identificación para evitar que otros usen el cargador a costa de tu factura de la luz. Este tipo de sistemas, como las tarjetas de radiofrecuencia, suelen cobrarse aparte. En general, el precio total de la instalación un punto de recarga oscila entre los 700 y los 1.500 euros, pero las opciones más caras pueden superar tranquilamente los 2.000.