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Grupo Wagner: “Mataremos a todos. No vamos a hacer prisioneros”. Todo lo que hay que saber del Grupo Wagner

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Yevgeni Prigozhin afirmó que sus hombres matarán a “los soldados rivales” y no harán “más prisioneros”. Una amenaza que llega en medio de las especulaciones sobre el alcance de los avances logrados por los dos bandos en la guerra de Ucrania.
LMN

El jefe es Yevgeni Prigozhin y ha asegurado que sus hombres que combaten en la ciudad ucraniana de Bakhmut, en el este del país, ya no están capturando prisioneros en Ucrania. “Mataremos a todos en el campo de batalla. No tomaremos más prisioneros de guerra”, exhibió el líder del grupo mercenario ruso a través de su canal de comunicación.

Una amenaza más que evidente que llega en medio de las especulaciones sobre el alcance de los avances logrados por los bandos enfrentados. Además, ha sido una clara reacción a la publicación de una grabación en la que supuestamente militares ucranianos discuten la ejecución de un mercenario del Grupo Wagner.

¿Qué es el grupo Wagner?

«Se trata de un grupo de mercenarios criminales, así es como se denomina objetivamente, que es el seguro de vida de los regímenes fallidos o golpistas, cuyo papel y propósito es proteger a los regímenes vacilantes y golpistas».

Así respondió el presidente de Francia, Emmanuel Macron, al ser preguntado por el grupo Wagner en una rueda de prensa el pasado mes de febrero.

 «El señor Prigozhin, quien dirige esto es, en mi opinión, un criminal de guerra», añadió Merrick Garland, fiscal general de Estados Unidos en una comisión judicial del Senado el pasado 1 de marzo. «Y tal vez sea inapropiado que yo lo diga como juez antes de tener todas las pruebas, pero creo que en este momento tenemos pruebas más que suficientes para que yo opine así».

¿Pero qué es realmente el grupo Wagner, quién está detrás y cuál es su relación con el Kremlin? Euronews ha preguntado a Samuel Ramani, miembro asociado del Royal United Services Institute (RUSI).

Más del 80% de sus miembros son convictos

Fundado en Rusia en 2013, el grupo Wagner es supuestamente una empresa militar privada, «pero en realidad es una extensión de facto de los órganos y aparatos de seguridad rusos, en particular de la principal dirección de inteligencia», señala Ramani.

Más del 80% de sus miembros son convictos, reclutados en prisiones, y el resto mercenarios. Expertos de la Organización de Naciones Unidas denuncian el uso de tácticas de presión por parte de los reclutadores de Wagner.

«El centro de entrenamiento está muy cerca de la base del GRU (el servicio de inteligencia militar ruso)», señala Samuel Ramani. «Así que eso es muy interesante, porque muestra los vínculos quizás entre los servicios de inteligencia de Rusia y el Grupo Wagner. Una extensión de facto de los órganos y aparatos de seguridad rusos»

Los soldados de Wagner están desplegados en varios países donde los intereses de Rusia están en juego.

«Empezando en Donbás, luego en Siria y Libia», enumera Ramani, «y después en muchas zonas de conflicto del África subsahariana, como Mozambique, Malí y la República Africana».

La primera vez que se tuvo conocimiento de su intervención fue en Crimea.

Estados Unidos estima que Wagner tiene unos 50.000 soldados luchando en Ucrania.

“Pero las fuertes bajas en Bajmut, así como la escasez de reclutamiento de prisioneros y el éxito incierto de sus otros esfuerzos de reclutamiento probablemente han disminuido el número», estima Samuel Ramani.

Después de años negándolo, Yevgeny Prigozhin ha admitido estar detrás del grupo y aparece participando activamente en vídeos de los combates en Ucrania.

El líder del grupo Wagner: de la cárcel al Kremlin

Prigozhin es un oligarca de San Petersburgo con una historia de éxito muy inusual. En los años 1980, estuvo en una prisión soviética tras ser arrestado por robo armado. En los 1990, estuvo a cargo del servicio de cátering del Kremlin. El cómo acabó allí es otro giro de guión indescibrable.

Al salir de prisión, empezó a trabajar con su padrastro como vendedor ambulante de perritos calientes, un negocio que reconvirtió en un servicio de cátering y en un restaurante llamado New Island en San Petesburgo al que empezaron a frecuentar las élites de la ciudad, incluido Putin, entonces mano derecha del alcalde de la ciudad.

Hoy, el conocido como «chef de Putin» posee empresas en los sectores audiovisual, minero, de consultoría y militar. Un ascenso meteórico.

Ramani dice que el poder está inextricablemente ligado a su larga relación con Vladimir Putin. Prigozhin controla activos mineros en África que son bastante lucrativos de oro y diamantes, pero no controla el tipo de empresas estatales formalmente reconocidas que la mayoría de los otros oligarcas tienen.

Enemigos en las altas esferas militares

Tiene rivales entre los altos mandos militares rusos, como Valeriy Gerasimov, jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas rusas y arquitecto de la guerra en Ucrania.

«A Prigozhin le gusta afirmar que dirige con gran eficacia un ejército dentro de otro ejército. Tiene jets, tiene defensas antimisiles, tiene municiones y varios tipos de artillería«, señala Samuel Ramani. «Pero, de hecho, es cada vez más dependiente de suministro exterior».

Y añade: «así que no creo que Prigozhin tenga un papel muy importante en términos de estrategia de primera línea en la toma de decisiones fuera del contexto de Donetsk«.

Además, está la cuestión de la financiación. El Pentágono estima que Prigozhin gasta 100 millones de dólares (unos 90 millones de euros) al mes en mantener la fuerza mercenaria. 

Un secreto a voces en Rusia

Hasta el año pasado, la mayor parte de la sociedad rusa había escuchado hablar muy poco del grupo Wagner. Ramani explica que esto se debe en parte a la censura en los medios del país, pero la situación está cambiando.

«Creo que entre los partidarios acérrimos de la guerra, su opinión es que una organización patriótica y las revoluciones o toda cruzada contra los oligarcas es vista con bastante, bastante buenos ojos porque los oligarcas son muy impopulares entre la gran mayoría de la población», señala Ramani.

Soldados de Wagner han sido acusados de crímenes de guerra como torturas o violaciones en las zonas donde han sido desplegados.

Pero aquellos que decidan vivir en Rusia y permanecer en el país de forma permanente probablemente lo tendrán muy difícil para ser enjuiciados en persona porque Rusia no es parte de la Corte Penal Internacional (CPI), explica Ramani, y tiene una política de no extraditar a sus ciudadanos a estos organismos internacionales o a los tribunales ucranianos u occidentales.

Y aunque Putin no respalde oficialmente al grupo Wagner, la Duma Estatal ha aprobado un proyecto de ley que castigaría con hasta 15 años de cárcel a quien sea sorprendido «desacreditando» a los grupos de voluntarios que luchan en Ucrania.