¿Existe la astenia primaveral?
Más del 50% de la población llega a experimentar síntomas de cansancio que describe como “más acusados” en primavera que en cualquier otra época del año.
El cambio de hora afecta directamente el funcionamiento de nuestro cuerpo provocando la segregación de ciertas hormonas, como la melatonina y el cortisol, que influyen tanto en el apetito como en el sueño y en el estrés. El mismo día del cambio horario dormimos una hora menos, anochece una hora más tarde, y los horarios de las comidas se alargan, lo que altera nuestra rutina diaria de forma inesperada. Pero estos síntomas no solo suceden de manera inmediata, sino que también ocurren “a la larga” al “arrastrar” todas estas variaciones durante el resto de la semana, lo que hace que lleguemos agotados al fin de semana. Por otro lado, el aumento de la temperatura ambiental respecto al invierno, también es un factor a tener en cuenta al provocar un descenso de la tensión arterial que, en quienes suelen tenerla baja de forma habitual, se traduce en fatiga.
Así, aunque no a todo el mundo le ocurre, no es raro que con la llegada de las flores te notes más cansado de lo habitual, tengas menos hambre, duermas peor, estés más irritable, malhumorado, triste, apático, e incluso notes una ligera disminución de la líbido.
Si quieres minimizar los síntomas, y encontrarte mejor, pon en práctica los siguientes consejos:
- Mantén horarios regulares de comidas y sueño, también durante los días festivos. Si no es posible, procura que la variación no sea excesiva.
- Hidrátate de forma correcta, para ello debes observar que tu orina es de un color amarillo claro. Si aparece oscura, aumenta la ingesta de agua, es mejor beber varias veces al día en pequeños sorbos, que grandes cantidades de una sola vez. Ten presente que con el calor sudamos más y hay que reponer las pérdidas.
- Refuerza la dieta diaria con alimentos ricos en vitamina C para combatir los síntomas de cansancio: limones, limas, naranjas, pomelos, kiwi, fresas, fresones… Refuerza el consumo de frutas y verduras frescas, y procura mantener una dieta hipocalórica, sin grandes comilonas ni abuso de productos muy grasos ni contundentes.
- Practica ejercicio físico moderado cada día, preferiblemente que no sea extenuante, te ayudará a mejorar el estrés y a conciliar el sueño. Eso sí, no lo practiques a última hora del día ya que, en este caso, podría activarte más.
- No te automediques, la toma de vitaminas que prometen acabar con el cansancio no es necesaria, salvo por indicación médica, y en casos muy puntuales. Lo normal es que, llevando una dieta adecuada, obtengamos las vitaminas y minerales necesarios para un correcto funcionamiento del organismo.
- Lo habitual es que los síntomas empiecen a remitir por sí solos con el transcurso de los días, incluso en un par de semanas, pero si van en aumento, o crees que se prolongan demasiado en el tiempo, la consulta médica es obligada.