Cultura y entretenimiento

Esta momentánea eternidad, de Raquel Lanseros

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Cuanto más oscuridad y dolor hay a nuestro alrededor, más imperativo se vuelve levantar nuestra mirada hacia las estrellas. Lo reconozco. No sé absolutamente nada sobre astronomía, pero puedo sentir la belleza de las estrellas cuando las miro.

Por Pedro Robledo

Desde estas líneas quiero dar las gracias a La Mirada Norte por permitirme abrir una ventana, en la que pintaré con letras, las constelaciones con las que más disfruto en la poesía contemporánea española. Además, estoy convencido de que un poema puede en ocasiones curar heridas allá donde los fármacos no llegan, y en España siempre hemos tenido los mejores doctores. Según me vayan dejando, iré desgranando el cuadro médico literario, para que cada cuál recurra al que considere más oportuno.

En los estrenos, hay que ir siempre a lo seguro. Si hablamos de poesía, Andalucía es siempre una apuesta ganadora. Recurrimos por tanto a Jerez de la Frontera, que tiene el honor de habernos dado a una de las mejores poetas de la escena contemporánea: Raquel Lanseros.

Raquel, doctora de dilatada experiencia en el arte de sanar heridas a base de versos, tiene el reconocimiento de la crítica y los lectores tanto dentro como fuera de España. Poseedora de varios premios, prácticamente casi a uno por trabajo, es experta en realizar pócimas y ungüentos utilizando la cantidad justa de recursos estéticos e imágenes costumbristas.

En Esta momentánea eternidad. Poesía reunida (2005-2016), encontraremos el mejor ibuprofeno emocional y las estrellas más radiantes que iluminarán todos nuestros rincones oscuros.

Ejemplares publicados por Raquel Lanseros

Se trata de un compendio poético de más de 250 páginas editado por Visor de Poesía. Encontraremos poemas dedicados a la melancolía, a la vanidad, a la tristeza, al olvido… Si nuestra afección tiene que ver, por ejemplo, con alguna situación ya lejana o ya reciente, que en silencio avise o amenace malquerencia, podremos recurrir a un fragmento de “La gravidez del odio”: “Por supuesto que el odio requiere un gran esfuerzo. / No es para cualquier pecho. / El odio es denso y sólido. / Está hecho de cemento, / de plomo, de nostalgia. / El odio pesa mucho.”

No son sólo poemas lo que encontramos en este libro, sino algo más de una década de vida en toda su intensidad. “Risas de plata y romero” para los momentos bajos, y “oportunidades lisonjeras” para no perder la esperanza. Recuerdos muy personales como el de la pérdida de su abuelo que le trae un día festivo, a través de aquél vestido de fiesta en “Carballeda” (por favor, no dejen de leer este poema).

Incluso se atreve con la política, en ese “Sigue doliendo España”, en el que tantos de nosotros nos sentiremos reflejados y emocionados. Cuando alguien busque España en el diccionario, bien podrían aparecer estos versos: “Esta tierra febril que castra y sueña, / promontorio de néctar y azufre, / este sol de occidente tan antiguo / que alumbra igual la pena que la gloria.”

No quiero terminar, pero termino. Aún sabiéndome insuficiente para hacerle justicia a la brillante poesía de Raquel Lanseros, estaría escribiendo días sobre “Esta momentánea eternidad. Pero la tiranía del papel se impone. Buena ocasión para recurrir a un fragmento del poema “En ocasión de todos los finales”: “Las despedidas son como el otoño / inevitables pérdidas / vienen puntuales con aviso previo. / Nadie puede acusar de su tristeza / a la pequeña hoja tiritando dormida / en medio del camino.”

Pedro Robledo

Instagram: @probledo