España lugar de encuentro

Son de sobra conocidos los versos machadianos, acerca de las supuestas dos almas de nuestra España, licencias poéticas aparte, sinceramente no creo que sea posible ya en este bien entrado Siglo XXI, hablar solo de dos posibles realidades o bloques en nuestro país. Puede que en los tiempos de la diversidad política y de una extendida pluralidad sociológica, existan tantas Españas, como españoles habitan en el Estado.

He tenido la fortuna de conocer a personas con un profundo sentimiento animalista, que sin embargo en su forma de pensar en términos económicos se aproximan más a visiones liberales de la economía.

Tengo amigos taurinos, con una honda idea de la justicia social, y también gente que digamos no es “heteronormativa” si me permiten el “palabro”, y que a la vez goza de un profundo sentimiento religioso. Conozco votantes populares que no discuten la Ley de Eutanasia, y votantes socialistas que muestran su disconformidad acerca de la Ley de Alquiler.

Creo que, en nuestra infinita pluralidad, muchos españoles nos mostramos más gusto buscando el encuentro y el consenso y huyendo de extremismos y de posturas de enfrentamiento. Por eso creo que esas supuestas dos Españas, esos dos bloques antagónicos a las que nos quieren llevar realmente no existen. Puede realmente que exista un gran bloque que, aunque con por supuesto un gran contraste de visiones busca ese entendimiento, ese gran espacio de acuerdo regido por el sentido común.

Un espacio que desde que se reinstauró la Monarquía en España ha sido ocupado por los dos grandes partidos de ámbito nacional, ese centro con matices que a veces oscila a la izquierda y a veces a la derecha, y que ha dado a España este largo período de estabilidad y prosperidad. Es por eso, que lo que se viene denominando “Régimen del 78”, a veces de una forma bastante peyorativa, es el sistema político que ha permitido situar a nuestro país como una referencia a nivel internacional y participar en pie de igualdad con las grandes naciones de Europa y del mundo.

Es por ello por lo que considero, que este sistema que hemos desarrollado, tal vez como no, con sus defectos, que a mi juicio no son tantos, debemos protegerlo e intentar fortalecerlo. Y que los dos grandes partidos deben estar obligados a buscar el consenso en los grandes temas que ocupan a la nación española, que a todos inmediatamente nos vienen a la cabeza.

¿Realmente no hay una mayoría social en España, que este de acuerdo que, en educación, sanidad, marco autonómico, justicia, defensa, trabajo o seguridad? Yo creo que sí, que esa mayoría social existe y que se puede llegar acuerdos. Si hace unos años nuestros padres en peores condiciones y con un pasado mucho más triste que el nuestro lo realizaron con éxito, creo que debe ser la misión de las generaciones actuales, volver a ese espíritu de los Pactos de la Moncloa, de la Constitución del 78, y volver a ese lugar de encuentro y diálogo que permita a nuestro país mirar al futuro con esperanza.

Pedro Llorente