Opinión

En Justicia, con Felipe VI

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He de reconocer que últimamente las aguas bajan revueltas en cuanto a los asuntos relacionados con nuestra Monarquía y nuestro modelo de Estado. No seré yo, él que imparta lecciones acerca de esta o de la dinastía borbónica.
Pedro Llorente Rodríguez

Pero quiero expresarme desde mi experiencia y sobre todo desde la experiencia que me trasmitieron mis padres. Ellos recientemente fallecidos, nacieron ambos en los años de la guerra, en 1934 y 1936, ambos en familias del bando perdedor, ambos tuvieron una infancia triste y pobre como se comprenderá, como tantos y tantos españoles.

Pero creo que ambos se vieron recompensados en su vida adulta y su posterior vejez, ya habían superado los cuarenta años cuando en España nos dimos una nueva oportunidad los españoles de caminar juntos y ponernos de acuerdo en algo, eso fue la Constitución de 1978.

Una Constitución que nos define como un Estado Democrático de Derecho y con un Rey en la Jefatura de éste.

Para ellos, este período fue el más sereno de sus vidas, el más próspero y también creo que el más feliz, pudieron desarrollar sus vidas, comprar una vivienda, viajar y conocer España y conocer la Libertad que les fue negada en su infancia y juventud. Pero creo que una de las cosas que más felices les hizo, fue el ver crecer a su hijo en una España en paz, en libertad y en democracia, ver que mis primeros años fueron tan distintos a los que ellos sufrieron, y ver como pude ir a la Universidad y disfrutar de un país de oportunidades.

Y todo ello, porque los españoles decidimos mirar juntos hacia el futuro y sellar una convivencia donde todos tuvimos que dejar algo de nosotros, para lograr una convivencia.

Yo de cuna y de ideas tiendo más a unos valores republicanos, pero reconozco que la labor de nuestra monarquía tanto del anterior Rey Don Juan Carlos, como la del actual Don Felipe VI, con el cual comparto generación, han sido fundamentales para alcanzar este largo período de acuerdos que tanto necesitaba nuestro país España.

Y es por ello, que respeto y defiendo la figura del actual Rey, una persona formada en unos valores que comparto, que nos representa excelentemente a nivel internacional, que es un eficaz interlocutor entre partes a veces diametralmente opuestas y sinceramente, creo que él está aprendiendo de los errores de su antecesor.

El art 56.1 señala: Es un factor de integración política en virtud de su neutralidad política, lo que permite y facilita el diálogo entre los partidos políticos opuestos. Este papel de árbitro y mediador entre las muy diversas sensibilidades políticas y territoriales, que habitan en nuestro país, opino que es vital, para que los españoles no volvamos repetir las mismas faltas que vivieron nuestros abuelos.

La tolerancia, el entender al otro, la moderación, pensar que la verdad nunca es absoluta y que hay tantas verdades como individuos y acentos, y que de ningún modo tenemos toda la razón y que nadie está equivocado del todo. Reflexionar y pensar, buscar el encuentro como se buscó en el 78, para poder seguir conviviendo y progresando.

Entiendo que las anteriormente citadas deben ser las bases de la convivencia democrática, y opino que en la actualidad en la figura del Rey Felipe VI, éstas se representan y dan forma a nuestra nación. Seguramente con alguna sombra, pero también con más luces, como también creo que a la Princesa de Asturias se les está formando para seguir los pasos de su padre y reforzar una institución que, en los últimos 45 años, ha contribuido junto a las fuerzas políticas a alcanzar ese período de progreso que hemos disfrutado los españoles.

Pedro Llorente Rodríguez, Asesor PSOE San Sebastián de los Reyes