Cultura y entretenimiento

El disco de vinilo en el camino de enterrar al CD

En 2021 se vendieron en España un 32% más de discos de vinilo que en 2020, alcanzando el millón y medio de unidades. Todos hemos desempolvado los platos y los bafles.
BettyGS

Se mantiene la racha ascendente de un formato que tantas veces nos dijeron que estaba muerto, pero que ya acapara casi la mitad de lo que se despacha en tiendas, un 43%, con unos ingresos en el primer semestre de 2021 de 10,7 millones de euros frente a los 13,4 millones de los CD.

Los vinilos se agotan en las tiendas. Tanto las novedades como las reediciones y fondos de catálogo. Hay más demanda que oferta y hemos vivido en los últimos tiempos momentos de colapso de las fábricas europeas de prensado de vinilos. Esto se ha acentuado mucho durante y después de la pandemia.

Esta renovada afición se produce en un contexto que solo vimos venir relativamente. En el caso concreto de nuestro país, hay actualmente tan solo tres fábricas de discos de vinilos, todas ellas abiertas recientemente en Castellón, Bilbao y Algete (Madrid). Visionarios que sí lo vieron venir y ahora disfrutan del auge como quien nada a favor de la corriente.

Esa saturación de la que tanto se habla es sobre todo a nivel mundial. Sí es cierto que los plazos de entrega se han alargado. Hay gente que quiere tener el disco en cuatro o cinco semanas, pero eso ya no se puede, sobre todo porque los proveedores de materias primas tardan más y las fábricas, al tener más pedidos, también tardan más.

Aunque suene un poco raro, el asunto del vinilo está en la República Checa, en esa ciudad-fábrica que hace todo. Las reediciones de los Beatles en Inglaterra, las de Téléphone en Francia o Isabel Pantoja en España. Todo va allí y no dan abasto tampoco. Eso, unido a la leyenda de que Amazon había comprado todo el cartón del mundo y no había cajas para enviar, hacen del problema algo más exótico todavía.

Con semejante panorama, no es extraño que en las tiendas Fnac dediquen desde hace años cada vez «más espacio» al vinilo y aunque aún no supera al CD, han tenido un aumento de las ventas de discos de vinilo en torno al 20%.

Todas las fuentes consultadas coinciden en referirse a los discos de vinilo como un objeto especial, gourmet, con valor añadido, de coleccionismo. Y que va más allá de lo musical, pues en muchas ocasiones ni se desprecintan. Y los convierte en el fetiche perfecto para melómanos de todo el mundo.

Todo indica que con el CD pasará lo mismo que con el vinilo, que nunca se fue, aunque sí que se convirtió en algo muy residual aunque ya empieza a aparecer gente reivindicando el CD, cuando hasta hace nada estaba denostado y mucha gente los usa de posavasos.

Esta pasión por los vinilos ha provocado que se cuiden mucho más las ediciones para hacerlos aún más atractivos. Al ser ediciones más cortas, de 300 o 500 copias, se cuida muchísimo el formato. Ahora el cartón es mucho mejor, vienen con las letras impresas en las fundas interiores, el disco pesa 140 o 180 gramos.

Han crecido significativamente los lanzamientos de ediciones limitadas, siendo claramente las más buscadas y las primeras en agotarse. También destaca el auge en las ediciones coloreadas, cada vez más del gusto de coleccionistas y aficionados.

Los si están contentos son los que se dedican a reparar y poner en condiciones los “tocadiscos” que teníamos olvidados. Y si nos deshicimos de ellos, sólo queda lamentarnos, porque, como se ve, hay que reconocer y decir: larga vida al vinilo.