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El “cometa del siglo” alcanza su punto más visible y ‘lluvia’ de auroras boreales

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El cometa Tsuchinshan-ATLAS será visible al anochecer a partir del sábado al mismo tiempo que el Sol, en una etapa particularmente activa de su ciclo de 11 años, está produciendo auroras en latitudes muy bajas.

Este fin de semana será la última oportunidad para observar el Tsuchinshan-ATLAS desde España. Desde su descubrimiento en 2023 ha sido observado y controlado para averiguar si lo podríamos vislumbrar o no, y finalmente los habitantes del hemisferio norte del globo terráqueo tenemos la ocasión de observar este fenómeno astronómico.

A partir del 12 de octubre, el cometa será visible al atardecer cuando empiece la puesta del Sol, momento en el que alcanzará en su máximo esplendor, según ha explicado a RTVE.es el astrofísico del Instituto de Astrofísica de Andalucía, Juan Luis Rizos. Con el paso de los días, el cometa se irá alejando y perdiendo brillo, y ya no será visible a simple vista o con prismáticos.

Para poder ver este astro, el astrofísico Rizos aconseja estar en sitios alejados, como en zonas rurales, para que «no haya ningún obstáculo entre el observador y el horizonte». Al mismo tiempo, recomienda que nos ubiquemos en lugares altos y lejos de «núcleos poblacionales» para reducir la «contaminación lumínica».

Durante la noche del 12 al 13 de octubre, el cometa se podrá ver a simple vista y será visible hasta finales de este mes, pero con una intensidad menor. Por ello, este experto, en esos días, recomienda usar equipos adecuados, como telescopios o unos prismáticos, para disfrutar de este fenómeno astronómico.

Una potente tormenta geomagnética provocada por el Sol ha propiciado la aparición de espectaculares auroras boreales que se han podido ver durante la pasada madrugada en todo el hemisferio norte de la Tierra. Entre los puntos en los que se han podido observar están varios lugares de España como Mallorca o Castellón.

Las redes sociales se han llenado de imágenes de este mágico fenómeno subidas por usuarios de Cataluña, Aragón, Comunidad Valenciana, Segovia, Granada, Madrid, Murcia o Menorca.

Estas tormentas geomagnéticas de producen cuando el Sol se aproxima o se encuentra en el punto álgido de su ciclo de 11 años, cuando la actividad es mayor. En mayo, el planeta experimentó sus tormentas geomagnéticas más potentes en dos décadas, produciendo coloridos espectáculos en los cielos nocturnos lejos de los polos.