Opinión

El cincel o la maza

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Este país es el de la oratoria de Emilio Castelar, elegante y honrada, del ¡Jo.., qué tropa! Del Conde Romanones, del convencer con la palabra de Manuel Azaña, del verbo abnegado de Carmen García Bloise, de la poesía sextilla con bancada en el congreso de los diputados de Juan Varela, de la fuerza de la reflexión de Clara Campoamor o del enrollado sarcástico de Enrique Tierno Galván.
Eduardo Andradas

Se puede ser Quevedesco (Con ingenio) o Gongorino (Con agudeza), con un vocabulario Dandi como Francisco Romero Robledo o con una elocuencia de traje y de clase  (Obrera) como Julio Anguita.

Últimamente el salón de plenos del Ayuntamiento de Alcobendas y más si se acercan las elecciones, está tocando el légamo político.  Hemos encontrado en la cronología plenaria, deslavazados como aquel en 1999, que el entonces alcalde de Alcobendas, comparo al aspirante del PP con Slobodan Milosevic.  Y hemos alcanzado foso en esta legislatura cuando sonó eso de que el actual regidor “era el roedor más bajo que tiene esta ciudad”.   

La finura y la gentileza, es un mandato, no una elección. El humor ayudo a la democracia con aquellas páginas de “Hermano Lobo”, “Por Favor” o el más longevo “El Jueves”. Una España de viñeta de Perich, Forges o porque no, Mafalda.  Somos un pueblo de risas, pero estiloso a la vez en la expresión. Criticar a garrotazos o con el aullido más fuerte, no nos da la razón y nos borra el argumento. La ocurrencia o lo chistoso alegra el debate público, lo chocarrero lo destruye. En “ El Mañana efímero” nuestro poeta-maestro Don Antonio Machado, escribía en sus versos que ya llegaba una “España que nace”, “La España del cincel y la Maza” “con esa eterna juventud que se hace, del pasado macizo de la raza”. El Cincel y la maza, son las que con las manos del creador pulen las esculturas y los detalles de las mismas.  Es el momento del artista en política y no del arrabalero.

Quedan nueve meses para abrir urnas y poner papeletas en ellas.  Invito a cerrar este 2019-2023 con cátedra, brío y belleza y no a cachiporrazos.  Se lo debemos a la gente de Alcobendas.

Eduardo Andradas/Portavoz Podemos en Alcobendas