Deportes caninos: el ‘Rally’O’ y el ‘barn hunt’
En los últimos años, los deportes caninos han ganado popularidad en todo el mundo, ofreciendo a los perros y a sus tutores la oportunidad de explorar actividades que satisfacen sus necesidades físicas y mentales.
LMN
Con la creciente variedad de disciplinas, cada vez más personas buscan formas de conectar con sus perros de familia a través del ejercicio y el aprendizaje. Ahora, España da la bienvenida a una nueva modalidad que promete enriquecer esta oferta: el Rally de Obediencia, conocido coloquialmente como Rally’O.
El Rally de Obediencia es una disciplina que combina elementos de agilidad y obediencia, pero su verdadero enfoque radica en la interacción y el vínculo entre el perro y su guía. Este deporte permite a los participantes trabajar juntos en un circuito que incluye diversas señales y tareas, lo que fomenta tanto la diversión como el aprendizaje.
Gracias a la reciente aprobación de su reglamento oficial por parte de la Real Sociedad Canina de España (RSCE), el Rally’O se posiciona como una nueva opción para aquellos que buscan disfrutar de una actividad dinámica.
La inclusión es el pilar fundamental del Rally Obedience. A diferencia de otras actividades deportivas caninas, donde la precisión técnica puede ser el único objetivo, en el Rally’O se premia no solo la exactitud en la ejecución de las tareas, sino también la conexión emocional y el entusiasmo compartido entre el perro y su guía.
El Rally Obedience
Se trata de un deporte diseñado para cualquier perro, sin importar raza, tamaño o edad. Su esencia radica en completar un circuito compuesto por señales que indican distintas tareas y pueden incluir ejercicios básicos como sentarse, caminar junto al guía, giros, o incluso tareas más complejas dependiendo del nivel de dificultad.
Sus raíces están en EE UU y fue desarrollado por Charles L. ‘Bud’ Kramer en 2005 quien, además de ser durante dos décadas el director de entrenamiento del Kennel Club Americano, también es conocido por ser el creador del agility, posiblemente el deporte canino más popular de lo que llevamos del siglo XXI.
El Rally’O destaca por tener un ambiente menos rígido que la obediencia tradicional. Los guías pueden hablar, motivar y animar a sus perros durante el recorrido, lo que fomenta la complicidad y la diversión entre ambos miembros del binomio.
Este deporte ya es muy popular en varios países de Europa. Según la RSCE, es una práctica ideal tanto para quienes buscan iniciarse en actividades deportivas con sus perros como para aquellos interesados en competir a nivel internacional y participar en los campeonatos internacionales organizados por la Federación Cinológicas Internacional (FCI).
La RSCE enfatiza que el Rally Obedience es una disciplina inclusiva, pensada para mejorar la convivencia diaria entre perros y sus tutores. Además, la institución canina más antigua de España subraya la importancia de participar en actividades que promuevan el bienestar animal y el desarrollo de la cinofilia.
El ‘barn hunt’
Originado en EE UU, esta reciente disciplina canina simula la caza de roedores en un entorno controlado y sin contacto con la presa, lo que lo convierte en una actividad respetuosa tanto para los animales participantes como para sus titulares. Este deporte se basa en la habilidad natural de los perros para detectar olores, donde deben encontrar tubos que contienen ratas en medio de un laberinto de fardos de paja.
Una de las mayores ventajas del ‘barn hunt’, (cuya traducción natural y que mantiene la esencia en español sería ‘caza en el pajar’), es que es una actividad apta para perros de todos los tamaños, edades y condiciones físicas, incluidas las discapacidades, porque se adapta a las necesidades y habilidades individuales de cada perro ofreciendo un entorno inclusivo y accesible. Los dos únicos requisitos limitantes para la práctica de este deporte es que los perros sean capaces de atravesar un túnel de 18 centímetros de ancho con la altura de un fardo de paja, y que hayan cumplido los 6 meses para iniciarse en el entrenamiento.
Probablemente debido a estas características, la popularidad del ‘barn hunt’ en Estados Unidos ha llevado a que ferias y eventos dediquen espacios específicos para esta actividad convirtiéndolo en una atracción canina al igual que los humanos pueden disfrutar de la noria. En estos eventos, los visitantes pueden pagar una tarifa simbólica para acceder a una zona donde sus perros pueden practicar el ‘barn hunt’ durante unos veinte minutos. En lugar de utilizar ratas reales, se emplean recompensas alimenticias o incluso se puede llevar el juguete favorito del perro.
En qué consiste el ‘barn hunt’
Se basa en la búsqueda de ratas vivas escondidas en un laberinto de paja o de heno. Los perros deben utilizar su sentido del olfato para localizar a las ratas, que están protegidas dentro de contenedores seguros. Esta actividad no solo se aprovecha de las habilidades naturales de los perros, sino que también les proporciona un necesario ejercicio físico y mental.
Los perros que participan en actividades como el ‘barn hunt’ reciben múltiples beneficios, como la estimulación mental, el ejercicio físico y el fortalecimiento del vínculo entre cuidador y animal al promover la comunicación y la cooperación.
La caza en el pajar nació gracias a un perro, un pinscher miniatura llamado Zipper, en 2006. Su titular, Robin Nuttall, quiso inscribir a Zipper en alguna actividad deportiva que fomentara sus habilidades naturales de caza sin encontrar ninguna que admitiera a su pinscher o reuniera las características de participación que ella deseaba.
Frustrada por estas limitaciones, Nuttall creó un conjunto de reglas para un nuevo deporte canino que permitiera que cualquier perro, sin importar su tamaño o su raza, pudiera participar.
El trato ético hacia las ratas
En el ‘barn hunt’ las ratas utilizadas están completamente protegidas y no sufren ningún daño. Las normas son muy claras y no hay contacto directo entre los perros y las ratas. Los roedores utilizados suelen ser mascotas de los participantes y están acostumbradas a la interacción humana y también con los perros.
Durante las competiciones, los roedores se colocan en contenedores seguros y ventilados que se esconden entre los fardos. Dichos contenedores están equipados con cama y espacio suficiente para que las ratas puedan moverse, girar y descansar cómodamente pero, no obstante, los jueces y el personal capacitado realizan una supervisión constante para asegurarse de que las ratas no sufran ningún daño y que no muestren síntomas de estrés o cansancio, para lo que se establece una rotación regular de los roedores.
De esta forma, las normas del ‘barn hunt’ garantizan que sea una actividad respetuosa y segura tanto para los perros como para las ratas, promoviendo el bienestar animal en todo momento.
Cómo iniciarse
Aunque se trata de un deporte canino que ha ganado enorme popularidad en Estados Unidos, aún no existe ningún club o entidad en España que promueva esta actividad de manera formal. A pesar de esto, aquellos interesados en iniciarse en este deporte pueden recurrir a la Association Barn Hunt, la organización internacional que establece las reglas y estándares para las competiciones a nivel mundial.
La Association Barn Hunt cuenta con 164 clubes en Norteamérica y sólo dos en Europa, uno en Reino Unido y otro en Noruega. Esta organización se dedica a asegurar que las prácticas en las competiciones sean seguras y justas, tanto para los perros como para las ratas utilizadas en las pruebas.